Cormagdalena alista un proyecto ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Unep, que busca motivar entre los dueños de carga del país el cambio del modo terrestre al fluvial, ofreciendo la posibilidad de devolver a estas empresas en retorno, bonos de carbono o certificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, CER que se cotizan en el mercado internacional.
“Este proyecto verde liderado por Cormagdalena, no tiene antecedentes en el mundo y de concretar su registro ante Naciones Unidas, Colombia se ubicaría entre las naciones a la vanguardia en materia de protección al medio ambiente. Se enmarca en una metodología conocida como MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio) y consiste en la sustitución de carga del modo carretero al fluvial con el fin de contribuir a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de gases efecto invernadero; dice el comunicado emitido por la entidad.
“Los convoyes que van a operar en el río en un futuro cercano, tienen capacidad de mover 7.200 toneladas de carga, eso implica una reducción considerable de congestión y desgaste de vías y carreteras. Hacer este cambio al modo fluvial significaría una contribución inmensa al cuidado del medio ambiente porque en un solo recorrido de un convoy estaríamos ahorrando mucho en emisión de gases que afectan el medio ambiente”, señala el director de Cormagdalena Augusto García Rodríguez.
Cada CER o bono equivale a una tonelada de carbono que se deja de emitir y existe un mercado internacional que está pendiente de esos certificados para comprarlos.
“Actualmente se pagan hasta cinco euros por bono. Hay naciones que contaminan mucho a nivel global y que ya tienen una deuda con el planeta y hay otros que estamos en desarrollo y no tenemos todavía una huella o un pasivo tan grande; entonces si evitamos aumentar ese pasivo con este tipo de proyectos tenemos una potencialidad de evitar emisiones dañinas al medio ambiente que resultan interesantes para que los países que ya tienen una deuda puedan comprar esos certificados o bonos de carbono y bajar su huella, así funciona este mercado”, manifiesta García Rodríguez.
Desde este miércoles se realizará una socialización de este proyecto entre representantes del sector de carga del país que estén interesados en conocer los beneficios de pasarse al modo fluvial y poder obtener a cambio bonos de carbono que les sirvan para certificar su contribución en bajar la huella de carbono o negociarlos en el mercado internacional.
“Queremos invitar a los dueños y representantes del sector de carga a que asistan y conozcan este programa que ofrece interesantes beneficios a sus empresas pero sobretodo al bienestar de todo el planeta”, agregó el director de Cormagdalena.
Esta iniciativa, a la que aspira poder registrarse ante Naciones Unidas Cormagdalena, forma parte de los programas que surgieron durante la Convención mundial de cambio climático de 1994, ratificada por 195 países.
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