Justo cuando se cumplió un año de la desaparición y muerte del entonces director de regalías de Córdoba, Jairo Zapa Pérez, su padre, Fausto Zapa, pidió a las autoridades que se castigue a los verdaderos culpables.
Desde la clandestinidad, donde se esconden luego de recibir amenazas por la muerte del ingeniero civil, hizo un llamado a la justicia para que el caso no quede impune, como ha ocurrido con otros en esta sección del país.
“Este día nos causa recuerdos, dolor, tristeza y melancolía. Quiero que sepan que nosotros los familiares de Jairo sentimos mucha tristeza por este acto tan bárbaro y salvaje”, indicó el padre de la víctima, quien no pudo asistir a los actos que se realizaron ayer en el municipio de Cereté.
Insistió en que con todo el calvario que han vivido, lo menos que puede hacer es reclamar justicia. “Quiero que se castigue a los verdaderos culpables y estamos orando y esperando que los procesos judiciales sean transparentes y que no triunfe la impunidad, como ha ocurrido en otros casos en nuestro país”, indicó el docente jubilado de la Universidad de Córdoba.
Por la muerte de Zapa Pérez hay seis personas detenidas. Sin embargo, no hay ninguno condenado, pues hasta hace pocos días se destrabó el proceso luego de una acción judicial interpuesta por el abogado de Joicer Hernández, confeso asesino, quien pidió que se respetara el acuerdo suscrito con la Fiscalía como condición para mostrar el sitio donde había sido enterrado el cuerpo del ingeniero, luego de una reunión realizada en el barrio La Castellana, al norte de Montería.
Con relación a ese tema, Ema Quijano, prima de Jairo Zapa, indicó que no son todos los que están, ni están todos los que son y que por ello pide a la justicia que el tema se esclarezca.
Como se recordará, por este caso están en la cárcel Maximiliano García Bazanta, funcionario de la Oficina de Regalías; el abogado Carlos Pérez, primo de la víctima; el contratista de la Gobernación Jesús Henao Sarmiento, sindicado de ser el autor intelectual del hecho, y de Zuath Naidú López, compañera sentimental de Joicer Hernández, confeso asesino de Zapa.
En la tarde de ayer, sus familiares hicieron una marcha con pañuelos blancos y con velas encendidas para pedir justicia por el crimen, aduciendo que la localidad perdió a uno de sus hijos ilustres, a un profesional brillante que desde que era un estudiante se destacó por su inteligencia y por su lucha por salir adelante.
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