Córdoba necesita verdaderos espacios de paz y reconciliación para disminuir la ola violenta que azota a la región y para construir procesos colectivos con alta participación del Estado y de la sociedad civil.
Ese fue el llamado que hizo la gobernadora de Córdoba encargada, Sandra Devia Ruiz, y el Alto Comisionado de Paz, Rodrigo Gaviria, en el Consejo Territorial de Derechos Humanos, Paz, Reconciliación y Convivencia del departamento.
La mandataria pidió a la comunidad cordobesa unirse al clamor de generar los espacios de participación y de cumplimiento de los propósitos del Consejo y dar inicio al verdadero proceso de paz que se necesita.
“Los invito hoy a que realmente la paz y reconciliación sean la hoja de ruta del departamento de Córdoba. Necesitamos que este llamado no sea solo formal de una ordenanza, sino que realmente en nuestra agenda de trabajo y nuestra motivación diaria, todos los sectores políticos de izquierda y derecha tengan la urgencia de sellar la paz”, recalcó la mandataria departamental.
Por su parte, el alto Comisionado de Paz Rodrigo Rivera, dijo que aunque las facultades para buscar la paz con los grupos armados al margen de la ley es exclusiva del gobierno nacional, es desde las regiones desde donde se propician los espacios para lograr la reconciliación nacional.
“Córdoba no ha visto la violencia por televisión, estos cincuenta años los ha vivido en carne propia con este flagelo, por eso hoy estamos acá instalando este Consejo Territorial de Derechos Humano, Paz, Reconciliación y Convivencia del departamento para lograr que los cordobeses logren la anhelada”, dijo Rivera.
Abandonados por el Estado
Por su parte, Andrés Chica, defensor de derechos humanos, dijo que la paz no llega si continúan masacrabdo líderes, como ha venido ocurriendo en el sur de Córdoba, especialmente en el municipio de San José de Uré.
Cuestionó la falta de contundencia en las acciones de control y mitigación del riesgo que generan los grupos armados que se están disputando el negocio del narcotráfico.
Reclamó mayores acciones por parte del estado, indicando que no han visto los resultados del proceso de paz, pues la violencia se ha apoderado de varias poblaciones cordobesas y sus comunidades han tenido que desplazarse hacia los cascos urbanos.
Entretanto, el gobernador indígena, Gabriel Antonio Domicó, dijo que la paz no ha llegado a los territorios indígenas del sur de Córdoba, cuyos territorios aún se encuentran sembrados de minas antipersonas.
También denuncó la presencia de grupos paramilitares que con sus amenazas están logrando un éxodo campesino de las minorías étnicas asentadas en el sur y en límites con Antioquia.
Advirtió que desde el año 2008 no han cesado acciones de constreñimiento contra organizaciones indígenas y líderes y que por ello es muy difícil hablar de paz.
Comentarios ()