El manto de dudas que en los últimos días acecha a los habitantes de Zambrano por la posible privatización del sistema de acueducto, aumenta cada vez más por lo que eso significaría para un municipio tan afectado por diversos factores.
Muchos aseguran que de ser cierta esa iniciativa de la administración municipal, se verían seriamente afectados porque no tendrían cómo pagar y no gozarían de ese fundamental servicio, pese a estar a orillas del río Magdalena.
“Aquí la situación económica no es la mejor porque la mayoría de los zambraneros no contamos con un empleo permanente, y lo poco que nos ganamos trabajando por día escasamente nos alcanza para el sostenimiento de las familias”, indicó un habitante de esa población.
Por su parte, el alcalde Alberto Murillo Palmera, desmintió esa versión y señaló que cualquier decisión que él tome con respecto al municipio debe pedirle primero facultades al Concejo municipal y hasta el momento no ha presentado ninguna solicitud ante esa corporación.
Dijo además, que esa información la filtraron a través de un perfil de Facebook y desconoce los motivos por el cual están mal informando a la comunidad. Pero aclaró que hay un cumplimiento que se debe surtir por ley, en el cual reza que las unidades de servicios públicos que se presten directamente desde las alcaldías y que no son autosostenibles deben buscar la manera de cómo prestar de manera óptima el servicio a la comunidad.
“En estos momentos la oficina de servicios públicos de la Alcaldía de Zambrano es autosostenible porque los recursos del Sistema General de Participación (SGP), que están alrededor de los $59 millones mensuales, se utilizan para garantizar la recolección de basuras y el servicio de agua potable”, dijo el mandatario.
Recalcó que la comunidad también debe ser responsable y cancelar mes a mes el servicio que reciben para evitar que el funcionamiento del acueducto se vea afectado por la falta de recursos.
Recalcó que la deuda que tiene el acueducto municipal con Electricaribe es cada vez más alta, la cual se encuentra alrededor de los $350 millones y los recursos del SGP no se pueden utilizar para pagarla sino para funcionamiento.
Murillo añadió que una de las causas de que eso se esté presentando tiene que ver con las obras inconclusas de un tanque de almacenamiento que se encuentra en el sector conocido como El Uno, el cual no presta ningún servicio, del cual la administración municipal tuvo que pagar unos $1.000 millones, productos de un préstamo que hicieron en administraciones pasadas.
“El pago que nosotros hacíamos mensuales para cubrir la deuda dificultaba que las demás actividades inherentes a agua potable no se pudieran prestar con eficiencia y hoy se refleja en esa gran deuda con la empresa de energía”, manifestó Murillo Palmera.
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