El 2017 termina con esperanza para los habitantes de Ballestas en Turbana, pues el secretario de Educación departamental, Johan Toncel, aseguró que el próximo año los alumnos de la institución educativa del corregimiento iniciarán su jornada escolar en el colegio que están esperando desde el 2014.
El proyecto, que hace parte del contrato SI-974 de 2014, será entregado junto a otras sedes, incluyendo la Institución Educativa San José de Achí, Tomasa Nájera de Mompox y Castañal, de El Peñón. Además, el funcionario indicó que con una inversión de más de 93 millones de pesos obtenidos de distintas fuentes, se está trabajando en la construcción de 285 aulas nuevas, a través del Plan Bolívar por la Educación, con el que se pretende mejorar sustancialmente la calidad educativa, y que incluye formación docente y estrategias de permanencia para los estudiantes.
Lista en un 97%
“Los estudiantes de Ballestas recibirán su primer día de clases del 2018 en la sede principal”, aseguró Johan Toncel en entrevista con El Universal para explicar la inminencia de la entrega del colegio de Ballestas. Ahora los 600 estudiantes de la institución disfrutarán de ‘aulas 10’, con zonas recreativas, laboratorio, biblioteca y rampas de acceso.
“La dotación para el laboratorio y la biblioteca ya está comprada. El contratista se comprometió a entregar la obra antes del 22 de enero, así que es definitivo que el año escolar lo iniciarán en un colegio 10”, explicó Carolina Ariza, asesora del despacho de la Gobernación.
Los retrasos en la construcción se dieron, contó el secretario, porque el contratista inicial abandonó la obra y cuando el nuevo equipo de la Gobernación intervino, tuvieron que reinvertir y cambiar el diseño del colegio pues no coincidía con las características de la zona. “Ahora es un proyecto mejorado, que va por el 97%, entendemos que los ballesteros se desesperen por todo el tiempo que ha pasado, pero ya falta menos”, contó Toncel.
Déficit de aulas
Antes de empezar el plan de mejoramiento en el departamento, la Secretaría de Educación encontró un déficit de 1.198 aulas y de las construidas, el 50,32% estaban en mal o pésimo estado. “Cuando se hacen inversiones en infraestructura se avanza en indicadores de calidad y cobertura, porque el ambiente escolar se mejora mediante una buena infraestructura, así que desde este año llevamos proyectos de infraestructura a varios municipios, con el apoyo de algunos fondos”, indicó Ariza.
De esta manera, instituciones educativas de Villanueva, San Estanislao de Kotska, Arjona, Turbana y El Carmen de Bolívar serán beneficiarias de mejoramiento y construcción de nuevas aulas, con una inversión de 57.620 millones de pesos.
Una segunda inversión, en convenio con el Fondo para el Fomento de la Infraestructura Educativa, beneficia a colegios de Montecristo, Tiquisio, San Pablo y Santa Rosa, todos en el sur de Bolívar. “Estas son unas obras donde 23 mil millones son puestos por el fondo y 12.921 por la Gobernación. En este proyecto se construyen 109 aulas y se mejoran 22”, explicó Toncel.
Durante el 2017 se construyeron 415 aulas nuevas.
Los docentes ahora son de zonas cercanas
“Otra situación que encontramos al hacer el diagnóstico fue que en zonas como el sur de Bolívar, las clases comenzaban muy tarde, por la contratación de docentes y porque al ser de zonas lejanas, pasaban más afuera que en las instituciones. Lo que logró la Gobernación fue que con el Banco de la Excelencia del Ministerio de Educación, pudiéramos poner a los docentes cerca de su zona de residencia”, expresó Ariza. Durante este año, se nombraron 441 nuevos docentes en el departamento, aunque aún hay déficit de 115, que pretenden resolver durante el 2018, pero la promesa es que el año que entra todos los colegios iniciarán el calendario académico en los tiempos establecidos.
¿Y la deserción?
Durante el 2017, Bolívar bajó su tasa de deserción en 0,09%, pasando de 2,72% a 2,63%. El equipo de la Secretaría de Educación señala que en el departamento influyen en la deserción el estado de las vías, la alimentación y la mala utilización del tiempo libre.
“Estamos trabajando en búsquedas activas con secretarías de educación municipales, auditorías de matrículas para que se refleje el número correcto de estudiantes; estamos haciéndole seguimiento a la prestación del servicio de transporte escolar, que aunque no es responsabilidad de nosotros, debemos verificar que se cumpla”, contó Carolina Ariza.
Además, por las condiciones de transporte en que están algunos municipios y corregimientos, entregaron 670 bicicletas a estudiantes para facilitar su movilidad. La entrega de 3.250 kits escolares fue otra de las estrategias para mejorar la permanencia.
Durante el 2017, aumentó más de 9.600 nuevos cupos ocupados, lo que suma unos 217 mil niños y jóvenes accediendo a educación en el departamento, una cobertura, según datos de la secretaría, del 82.81%.
En zonas de difícil acceso
La implementación de aulas itinerantes vendría, explicó el equipo, a resolver los problemas de accesibilidad en ciertas zonas de El Carmen de Bolívar, Tiquisio y Barranco de Loba. A mediados de este mes presentarán un proyecto de aulas itinerantes, seis por el momento.
“Son contenedores, aulas interactivas que no necesitan conexión a internet ni energía eléctrica porque funciona con paneles solares. La capacidad es de 25 alumnos por salón y tendrá características únicas para mejorar la calidad educativa en la región”, explicó el secretario de Educación.
Resultados a mediano plazo
Todos estos esfuerzos, dijo Toncel, mostrarán resultados a partir del próximo año. “Estamos capacitando a los docentes para que entiendan que la calidad no solo se mide por las pruebas Saber, sino que el Índice Sintético de Calidad Educativa requiere que haya mejoras integrales y a eso le estamos apuntando, pero los resultados del esfuerzo de estos dos años los empezaremos a ver en el 2018”, puntualizó.
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