Aunque la primera alarma departamental se generó por el crecimiento súbito del río Cauca, provocado por el taponamiento del túnel de desviación en Hidroituango, en Antioquia, fue el río Magdalena el primero en causar estragos en el sur de Bolívar.
El lunes en la noche, Simití y San Pablo fueron los primeros en inundarse, pero al final de esta edición ya eran cinco municipios, con docenas de corregimientos, los que anunciaban la entrada del río a sus centros poblados.
Sin recursos
El corregimiento de Cerro Burgos, en Simití, donde el nivel del río aumentó tres metros durante el fin de semana, perdió la batalla contra el caudal. El alcalde Alberto Ramírez explicó que contando todos los corregimientos afectados, son unas 500 familias cuya emergencia es atendida con lonas y plásticos, pues el municipio no tiene suficientes recursos para enfrentar la calamidad.
“Estamos buscando una reunión con el gobernador para solicitar ayuda en el manejo de la emergencia, son muchas familias afectadas y el municipio no puede solo”, explicó Ramírez.
En alerta amarilla
La Unidad de Gestión del Riesgo departamental informó que en el barrio La Sierra, de San Pablo, hay 85 familias gravemente afectadas, sumando con otras 25 de Cerro Burgos, 110 familias que requieren de atención y ayuda inmediata, siendo reubicadas en albergues temporales.
Hugo Benítez, director de la unidad, aseguró que la fecha estimada para finalizar la primera temporada de lluvias es el 18 de junio, por lo que hasta entonces estarán en constante monitoreo de los niveles de los ríos, lo que debería servir para tomar medidas preventivas. La Gobernación declaró alerta naranja en el departamento.
Arroceros de La Mojana, en alerta
Más de 40 mil hectáreas de arroz, sembradas en la región de La Mojana, entre Sucre y Bolívar también estarían en riesgo por el crecimiento súbito del río Cauca.
Un grupo de agroindustriales de la zona, declaró que son más de 50 mil millones de pesos de inversión los que se perderían si continúa la emergencia por este caudal y a ellos ninguna entidad les ha asegurado que responderán por sus pérdidas.
“Empresas Públicas de Medellín garantizó el respaldo a los daños en Antioquia, pero no han visto que desde San Jacinto del Cauca, donde la rivera del Cauca se abre sin montañas, también puede haber daños graves”, comentó Arturo Barcha, vocero de los arroceros en la región.
El alcalde de Magangué, Pedro Alí Alí, pidió a EPM y las autoridades competentes, que amplíen el foco de atención, pues el Cauca puede dejar “en la calle” a muchos agricultores del departamento.
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