La comunidad del municipio de Calamar está preocupada porque Electricaribe decidió terminar el contrato de prestación de servicio de energía a Giscol S.A. E.S.P, empresa que opera el acueducto de esta población y también el de Mahates.
Aún cuando el suministro de agua potable, según algunos moradores, no es óptimo ni eficiente, se cuestionan por qué el acueducto no cumple con los pagos a Electricaribe, siendo el agua un servicio vital.
El argumento de la empresa para dejarlos sin energía es que la deuda que tiene el acueducto con ellos es de 64 millones de pesos, correspondiente a facturación vencida y acuerdos de pagos que no ha cumplido Giscol. Esto también afecta el suministro de agua para Mahates.
“Después de un largo proceso de gestión y de agotar el proceso de cobro para el pago a la deuda adquirida Electricaribe decidió dar por terminado el contrato de energía. Con el fin de llegar a una solución y normalizar la deuda con Giscol Dique, Electricaribe realizó múltiples acercamientos con la Gerencia de esta entidad, al tiempo que se le ha informado a los dos alcaldes y hasta la fecha no ha sido posible la normalización de la deuda”.
La Alcaldía de Calamar también se pronunció al respecto y afirmó que a la fecha no tiene deudas pendientes con Giscol, pues mediante Resolución 2014 – 1260 del 5 de septiembre se pagaron los meses de junio y julio, por 93 millones de pesos. “Solo hasta el pasado 23 de septiembre enviaron la cuenta de cobro del mes de agosto por concepto del pago de los subsidios y esa hace su respectivo trámite”, aclaró la secretaria de Hacienda y Tesorera (e) María Zolmer Pino.
La alcaldía de Alejandro Arrázola denunció que en el casco urbano la empresa se comprometió a realizar obras que no ha cumplido y que en reiteradas ocasiones se les ha conminado para que las cumplan, pero esta hace caso omiso a tales llamados. Lo mismo también para obras en los corregimientos.
“Estamos esperando que entre en operación el acueducto de los corregimientos El Yucal – Barrancavieja y esta empresa incumple. Le preguntamos a la Alcaldía qué pasaba y resulta que la Administración está al día con los pagos a ellos. No entendemos porqué este empresa se niega a prestarnos el servicio como se le obliga”, aseguró Homero Martínez, habitante de El Yucal.
Nicolás Cantillo, alcalde de Mahates, también manifestó que su administración también se encuentra al día en los pagos que le corresponde hacer al operador del servicio.
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La interventoría de la obra, a cargo de Aguas del Dique, aseguró que lo que argumenta Giscol es que tiene las cuentas embargadas, razón por la cual no ha cumplido. Sin embargo, se le conminó a buscar otras estrategias con el fin de no perjudicar a miles de usuarios, y que no solo se atengan a los pagos de las alcaldías para cubrir sus deudas pendientes.
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