En cuatro municipios de Bolívar parece estarse formando la tormenta perfecta para hacer daño en veredas, corregimientos y el casco urbano de Achí, San Jacinto del Cauca, Pinillos y Magangué.
Por un lado está la temporada de lluvias, que anualmente provoca el aumento en los niveles del río Magdalena en mayo y agosto; por otro la alerta del proyecto Hidroituango, que se salió de control desde el 28 de abril, pero que en nuestro departamento no ha causado inundaciones.
Este fin de semana, Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunció que hay condiciones favorables para terminar la cresta de la represa sin que se desborde el río, pero las alarmas siguen prendidas para evitar al máximo los daños de esta emergencia anunciada.
En lo último de la cadena
La Mojana bolivarense, conformada por siete municipios del departamento, sería la última zona a la que llegara, en caso de presentarse, la corriente súbita del río Cauca.
El director departamental de la Unidad de Gestión de Riesgo, Hugo Benítez, indicó que son entre 12 y 16 horas las que tendríamos de margen luego de generada la alerta roja en Hidroituango.
“La ventaja es que tendríamos mayor tiempo para evacuación y al llegar acá, el agua vendría con menos impacto. De todas maneras, desde hace cinco días tenemos toda la logística desplegada y sensibilizando a toda la comunidad”, aclaró Benítez.
Álvaro Redondo, secretario de Desarrollo Regional y coordinador del Puesto de Mando Unificado en Achí, detalló que han hecho una evaluación exhaustiva de las familias que están en zonas de riesgo.
“La evaluación nos dio un número de 5.156 familias que se verían afectadas por Hidroituango. Ellas hacen parte de 30 veredas, 14 corregimientos y también el casco urbano de los cuatro municipios en alerta”.
Ayer instalaron también un puesto de mando en San Jacinto del Cauca y en Magangué activaron la sala de crisis, con 5 mil ayudas humanitarias, entre cobijas, hamacas, kit de cocina y aseo, que se distribuirían en caso de ser necesarias.
Primero la protección
Eder Angulo, líder del corregimiento de La Candelaria, en Achí, contó a El Universal que desde que el agua rompió los muros de contención en Guaranda, todos los vecinos se han alarmado más.
“Aquí todos los años nos inundamos, pero como hay unas partes débiles, estamos pidiendo que envíen sacos para reforzar, porque entre ayer y hoy el río ha crecido bastante”.
Esos puntos críticos se han generado algunos de forma natural y otros por la intervención de los pobladores, que en tiempos de verano rompen sectores de los jarillones para que el río riegue sus sembrados, muy cerca del cauce.
“La gente está acostumbrada a los altos niveles del río, pero lo que les explicamos es que esta vez hay corrientes desproporcionadas en el Cauca que ellos no podrán controlar y que facilitarían el daño”, dijo Benítez.
El funcionario también informó que empezaron a comprar más costales y big bags para que en cada municipio refuercen las zonas débiles de los jarillones.
Intentan reducir impacto
El secretario Álvaro Redondo destacó que estas acciones solo pueden evitar un daño mayor en caso de emergencia. “Hemos cumplido con todos los protocolos de seguridad que nos exige el sistema de gestión del riesgo, pero por su propio concepto, en una emergencia como la que se podría presentar, es inevitable un daño, aunque sea mínimo”, aclaró.
El teniente Jorge Lucena, comandante de la Unidad de Atención y Prevención de desastres de la Armada Nacional, detalló que en Achí hay dispuestos 26 uniformados especializados en gestión del riesgo y alrededor de 200 hombres de la Armada, entre operadores de naves y camiones de transporte de personas.
También el Batallón de Movilidad de la Infantería, en Magangué, está listo para apoyar.
La Defensa civil anunció que hay 200 líderes voluntarios atentos, mientras que la Cruz Roja de Bolívar cuenta con 30 voluntarios ya instalados en Achí.
En equipos y logística, el secretario de Desarrollo indicó que tienen buques, 40 lanchas, 25 vehículos 4 x 4 y motobombas.
Los puntos seguros siguen siendo las zonas más altas de los municipios, entre ellas instituciones educativas, polideportivos e iglesias.
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