Alumnos, profesores y directivos de una de las instituciones educativas más antiguas y representativas de Turbaco, ya no tendrán que asistir a clases con la zozobra de que alguna parte de la edificación, especialmente el tejado, podría provocar un accidente por su mal estado.
Según explicó el rector del Instituto Docente de Turbaco, Víctor Herrera de La Cruz, después de muchos años de exponer esta peligrosa situación, hoy, la actual administración escuchó el llamado urgente de la población estudiantil y desde diciembre pasado comenzó a intervenir la antigua edificación. “Estamos satisfechos con el inicio de las obras, porque de verdad el colegio estaba en un completo abandono. El tejado, las barandas del segundo piso y muchas otras cosas representaban un verdadero riesgo para los alumnos. Padres de familia y alumnos se han mostrado muy contentos por esta reconstrucción y ampliación”, precisó el directivo.
José Mercado Jaramillo, representante de la firma Asosinú, que realiza las obras de restauración, ampliación y adecuación resaltó que antes de intervenir la edificación se encontró que la cubierta tenía un alto deterioro. También explicó que había hacinamiento y las baterías sanitarias ya no estaban en condiciones para el gran número de estudiantes.
Las obras
Se recuperará el techo con láminas de asbesto cemento tipo español, “esto para conservar las características arquitectónicas de este emblemático edificio”.
Debido al hacinamiento se construirán seis aulas más; se reconstruirán las baterías sanitarias para los alumnos y profesores y una solución hidráulica con tres tanques de 1.000 litros.
También se construirá una sala de informática; se mejorará y ampliará el comedor escolar y la cocina también será intervenida. $1.400 millones costarán las obras y se entregarán el 28 de febrero.
¿Y las clases?
Myron Martínez Ramos, alcalde de Turbaco, precisó que esta hacía parte de una de las obras que en materia de infraestructura educativa se necesitaban hacer con urgencia por el deterioro de esta institución “sabiendo que este edificio es un emblema para el municipio”.
Indicó, además, que “el año pasado hicimos el proyecto atendiendo la solicitud del estudiantado, maestros y padres de familia. Hoy, gracias a Dios, se está materializando”.
Anotó que “el plan de contingencia está basado en que esperamos que se hagan los trabajos en la mayor brevedad posible y en las mejores condiciones. El tiempo en que se puedan retrasar las clases, esperemos que sea mínimo. Estamos armando un plan para recuperarlas como exige la ley”, expresó el mandatario.
La Secretaría de Educación de Bolívar hizo una inspección a las obras, junto con las directivas y la Secretaría de Educación Municipal, con el fin de modificar el calendario escolar sin que se afecte a los estudiantes. Se analizan el alquiler de una edificación y unas medidas para implementar una metodología flexible en aras de respetar el calendario escolar.
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