Tras no ponerse al día con una deuda que supera los $500 millones, correspondiente a cuatro años de facturación corrientes y vencidas, Electricaribe decidió terminar el contrato de prestación de servicio de energía con el acueducto regional Clemencia – Santa Catalina.
Según la empresa, tras un largo proceso de gestión de cartera y de agotar todas las vías legales para la consecución del pago de la deuda adquirida, se le notificó a Acuacor S.A. E.S.P., entidad que opera el servicio de agua en ambas poblaciones y de la misma manera se reportó esta decisión a los entes de control como Contraloría Departamental, Procuraduría Provincial y Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios para que actúen y tomen las medidas necesarias para requerir a los responsables.
La decisión de Electricaribe ahondaría, según la comunidad, la crisis de agua potable que se vive en la actualidad, pues Acuacor no presta un buen servicio en ambas poblaciones.
La terminación del contrato implica la limitación del suministro de energía al darse por terminada la relación contractual entre la empresa y la administración del acueducto municipal.
Un funcionario de Acuacor, que pidió no revelar su nombre, informó que se firmó un convenio con Electricaribe en noviembre del año pasado, pero que ha sido incumplido por Santa Catalina. “De ese convenio Clemencia debe pagar el 60 % y Santa Catalina el 40 %. Desde el inicio del convenio los cataneros ha incumplido. Es un solo acueducto, pero cada uno tiene un compromiso con la deuda”, aseguró la fuente.
El Universal consultó con el alcalde de Santa Catalina, Salomón Castro, y este se comprometió a revisar cómo va lo del convenio y hacer una reunión con Electricaribe pues acaba de posesionarse en el cargo tras haber estado suspendido desde diciembre pasado.
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