La crisis financiera del hospital San Jerónimo de Montería tocó fondo. Pese a las medidas que tomó la Superintendencia Nacional de Salud con el fin de mejorar su situación, no han logrado los resultados esperados y por ello podría ser liquidado.
De acuerdo con lo señalado por el gerente interventor, Juan Carlos Cervantes, la Súper rechazó el Plan de Gestión Integral de Riesgo que presentó el hospital para salvarse de un riesgo de liquidación, aduciendo que era inviable.
Sostuvo que se han tomado medidas de choque como la austeridad en el gasto y los ajustes en la nómina, pero la situación sigue siendo inviable, especialmente porque las Empresas Promotoras de Salud le adeudan una cifra cercana a los 100 mil millones de pesos.
Dijo además que están prestando el servicio, pese a todas las limitantes económicas que existen y por las que están "medio solventando lo prioritario", pues lo que les giran no alcanza para garantizar el funcionamiento normal.
Explicó que se necesitan cerca de cinco mil millones mensuales para su funcionamiento y están recibiendo menos del 50 por ciento de esa suma, lo que los ha llevado a trabajar con muchas dificultades, pues no hay suficientes insumos, ni equipos médicos para garantizar una buena atención.
Como se recordará, la Procuraduría General de la Nación suspendió a la gerente del Hospital San Jerónimo de Montería, Isaura Hernández Pretelt, por irregularidades en el manejo de la planta de personal, lo que se suma a una denuncia instaurada por médicos especialistas, quienes aducen que fueron despedidos injustamente por denunciar las irregularidades al interior del centro asistencial.
En esa oportunidad, los médicos denunciaron que en el hospital faltaban líquidos endovenosos, jabones para lavados quirúrgicos, equipos de ventilación mecánica y medicamentos, razón por la cual se había incrementado el índice de morbi-mortalidad.
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