Jaime Hernández Amín, politólogo y miembro del Partido Liberal, al cual pertenece el alcalde Dionisio Vélez, le salió al quite a las declaraciones sobre Cartagena del director de La W, Julio Sánchez C., y dijo que el periodista capitalino “lo que estaba era de mal humor”
“Si no existieran en Cartagena los problemas de los que Sánchez Cristo habló, esta ciudad fuera mejor que Amsterdam o Madrid, en donde existen los mismos problemas, pero que acá son más agudos por la historia misma de la ciudad”.
“Creo es que el señor Sánchez habló con odio, sin analizar que la situación de la Costa Caribe es consecuencia de muchas cosas históricas de este país centralizado; por la forma cómo se manejó históricamente la política, el poder, la información, los recursos, concentrados en Bogotá y ese modelo se ha ido perpetuando”, expresó el politólogo.
“Ese odio que percibo es centralista contra las regiones, y es lo que sigue dividiendo al país, los egos y la soberbia de la élite de este país, y Sánchez se incluye en esa élite. No podemos seguir perpetuando es modelo de odio regional; Colombia es una sola, aquí no odiamos a los cachacos, ni paisas, ni santandereanos, ni a los caleños”.
Hernández cree que esas críticas sin fundamento a la ciudad no caen bien, y menos en un año electoral.
“Si se perpetúa que la Costa es una región rezagada, de flojos y de ignorantes que no avanzan, mantenemos un modelo que no deja espacio al desarrollo”, sostiene.
“Lo que hay pensar es cómo vamos a hacer para que lleguen más recursos a las regiones y haya más desarrollo, porque yo no sé si el señor Sánchez lo sabe, todo lo que se invierte en esta ciudad viene de la Nación, los recursos de la ciudad son los mismos y muy pocos destinados a la educación, la salud y a gastos de funcionamiento. Toda obra grande que se haga en cualquier región tiene que ver con la intervención del Estado central; por eso cuando pasa algo aquí todo el país es culpable, no solo los cartageneros”, dice.
“Los argumentos que ponen a la ciudad como la peor del país no tienen soporte, ni político ni jurídico, solo eran un rosario de quejas. Si un trancón aquí se demora 45 minutos, en Bogotá son dos horas, de las coas que habló el director de La W son problemas sociales, no fue que el Alcalde hizo un acto de corrupción, de deslealtad, o de que le haya mentido a la ciudad, son situaciones producto de muchas administraciones y del centralismo”, puntualizó Hernández Amín.
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