En manos de la Comisión Primera del Concejo está la decisión sobre si el proyecto para construir un peaje en Barú se hunde o tendrá la viabilidad para votarlo en segundo debate en plenaria.
Uno de los que anunció su voto negativo desde que la iniciativa fue radica en el Concejo fue el concejal César Pión, quien preside la Comisión Primera y coordina la comisión de ponentes del proyecto.
Para la administración del alcalde Manolo Duque es urgente que se apruebe la viabilidad del proyecto, y por ello convocó a sesiones extraordinarias al Concejo para debatirlo en una especie de “fast track” local.
La administración, en boca de Jorge Luis Marimón, director de Valorización del Distrito, sostiene que los recursos que se captarían son necesarios para mantener la malla vial de la transversal de Barú en actividades como reparcheo, limpieza de bermas, y señalización, entre otras obras.
Dentro de las razones para montar el peaje, el Distrito argumenta que el “deterioro creciente en el estado de la malla vial constituye un factor determinante para establecer el peaje, así como el crecimiento desproporcionado de la maleza sobre las bermas de la vía, que reduce su espacio y reduce el área de rodaje. “Esta situación afecta el indicador técnico de velocidad promedio por desplazamiento, así como la seguridad vial”, dice el proyecto.
Unos $2 millones mensuales por kilómetro, se necesitan para mantener esta vía, según el cálculo del proyecto.
El Distrito le promete además a las comunidades que en contraprestación, se harán inversiones sociales y de infraestructura en los corregimiento de Ararca, Santa Ana y Barú.
“Se hundirá por tiempo”
Pero Pión consideró que para estudiar todo eso “no hay tiempo”.
“El proyecto está muy crudo y no darán los tiempos para ser discutido debidamente; faltan soportes técnicos, faltan estudios, conceptos e incluso, hay problemas legales, porque por ejemplo se habla de una compensación social (peaje social) que no contempla la ley 105”, dijo el presidente de la Comisión.
Fue más allá y consideró que “el alcalde debe retirarlo, y no hacer que eventualmente vayamos a prevaricar si lo sometemos a la ponencia de legalidad y conveniencia”.
Pión instó a la administración a que presente una descripción del modelo de concesión de la obra y su configuración económica; el modelo financiero del proyecto concesionado; el estudio del flujo vehicular, la perspectiva de costo-beneficio así como la funcionalidad del sistema.
Los concejales Édgar Mendoza, Ronald Fortich y Erich Piña también solicitaron por la vía de proposiciones mayores argumentos al Distrito sobre el proyecto, cuyas respuestas aún no han llegado al Concejo.
Mayorías en desacuerdo
Tras la audiencia pública del martes, el consenso general fue de rechazo.
El exconcejal David Múnera; la representante del Consejo Gremial, Alicia Bozzi; y el presidente de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar, Jorge Mendoza D., coincidieron en que hacen falta más estudios técnicos sobre la vía a Barú, sobre el costo de su mantenimiento.
Mendoza y Múnera advirtieron que la administración distrital debe resolverse primero la recepción del proyecto terminado de la transversal de Barú, lo cual no se ha cumplido. Múnera advirtió además que si se aprueba el proyecto podría incurrirse en prevaricato.
Para los líderes de las comunidades en el área de influencia del peaje, David González, Willman Herrera, Fidias García y José Villero Paredes, el peaje representará un encarecimiento de la vida de los habitantes y atentaría contra el turismo.
Tan solo José Rodríguez Cardales, del Consejo Comunitario de Santa Ana, se mostró de acuerdo con la iniciativa, argumentando que el peaje controlaría el acceso desmedido de personas a la isla, el impacto ambiental, y la producción de gas carbónico por la alta afluencia de vehículos que entran a diario a la isla.
Así las cosas, hoy se conocería un pronunciamiento definitivo sobre la suerte del proyecto que esta misma semana debe definirse.
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