En momentos en que el debate político en el país se concentra en si conviene o no que las elecciones y por ende los periodos de las autoridades locales se unifiquen con el del Presidente de la República, la voz del expresidente de la Corte Constitucional Humberto Sierra Porto le sale al paso a la discusión para aclarar que el espíritu de la propuesta va más allá de una extensión de periodos.
Sierra Porto funge hoy como asesor del llamado ‘Comité Intergremial de Autoridades Territoriales’ que convoca a la totalidad de los Gobernadores y Alcaldes del país que impulsan la medida que -según el jurista- más que favorecer intereses mezquinos o personales a favor de reelecciones, así sean por un par de años, lo que quiere es beneficiar el ordenamiento territorial y “racionalizar los periodos”.
La que podría considerarse como la llegada de este exmagistrado al escenario político, se da tras una reunión de representes de intereses municipales quienes buscan que las fuerzas desde las regiones confluyan con las del Gobierno Central.
Sobre estos temas Humberto Sierra habló con COLPRENSA, quien al proceso que ya avanza en el Congreso le sumó la necesidad ser coherentes con la regiones, más cuando se tramitan normas relacionadas con el equilibrio de poderes, y un proceso de paz. Al respecto considera que para que estos dos aspectos se den, es necesario que se piense de una manera menos vertical, y se tengan presentes a los entes territoriales.
- ¿Qué se quiere con la propuesta relacionada con que las elecciones en el país se cumplan en un mismo año, y no con dos años de diferencia?
Lo que se ha hecho es plantear una serie de reformas institucionales que benefician la que podría considerarse una tarea inconclusa de la Constitución Política de 1991, y que es la adecuada organización del ordenamiento territorial. Ya es necesarios que se pongan en el primer punto de discusión del país los problemas de ordenamiento territorial.
- ¿Cuál es el problema que pretenden solucionar?
Es esencial que al inicio de un Gobierno se ejecuten reformas institucionales en el ordenamiento territorial. No tiene sentido hablar de equilibrio de poderes, cuando esto solo se mira de una manera horizontal; es decir, donde se tengan sólo presente a la Rama Judicial, la Legislativa y al Ejecutivo. En este caso se debe tener presente la verticalidad; o sea la Nación, los departamentos, los municipios, etc. Si el elemento territorial no se tiene presente no es coherente que se hable del referido equilibrio.
- Suma su cuestionamiento al equilibrio de poderes, ¿y el proceso de paz?
Claro. En medio de un proceso de paz es necesario hacer una transformación del ordenamiento territorial; si no es así el proceso de reconciliación que se quiere no tiene sentido. Más de la mitad del territorio colombiano está regentado por los municipios de sexta categoría. O sea, la mitad de las personas que vive en el territorio nacional está en municipios que no tienen la infraestructura suficiente para prestar los servicios y derechos a los que se ha comprometido el Estado, es allí donde se producen las situaciones de conflicto, y si no se les presta atención se seguirá fomentando el conflicto, el desplazamiento y la migración del campo a la ciudad. De no pasar esto, ningún proceso de paz va a ser eficaz.
- ¿… unificación de periodos?
En medio de todo este contexto nace la reforma que es de ‘racionalización de los periodos’, no de ‘unificación de los periodos’ como ha sido mal denominada. Y racionalización debido a que lo que se busca es concentrar todas las elecciones en un solo año, un año electoral, cada una separada de la otra.
- ¿Qué se ganaría con eso?
Se pretende una mayor eficacia en el funcionamiento de las entidades territoriales, y ésta se consigue si se logra mayor comunicación entre las autoridades locales y las nacionales, lo mismo que entre sus planes.
- ¿Por qué cambiar, cuál es el problema que argumentan?
Hoy se llevan a cabo las elecciones nacionales, y dos años más tarde las locales. Esto hace, en el caso de las autoridades locales, que cuando ya están en curso proyectos, acuerdos y obras, etc, llega un nuevo gobierno de orden nacional, lo que producen aplazamientos en los contratos para tratar de ajustarlos a las realidades del nuevo Gobierno Nacional. Eso impide una dinámica y una lentitud en los planes de desarrollo.
- ¿Concentrando las elecciones en un solo años sí se soluciona?
La idea es tratar de racionalizar el funcionamiento del Estado para que todas las autoridades se pongan de acuerdo en un momento inicial acerca de cuáles son los planes y las obras que se quieren hacer. Esto evitaría además los traumatismo que pude causar la ley de garantías que se activa cada periodo electoral.
- Jaime Castro ha dicho la propuesta es inconstitucional. ¿Cierto o falso?
En Colombia se ha malentendido la tesis de la sustitución de la Constitución, y cuando a alguien no le gusta una propuesta dice que el tema es inconstitucional, porque dice que se contrarían los principios estructurales de la Carta Política. La Constitución no prohíbe que el Congreso busque la organización territorial más eficaz; no impide que se quiera organizar de la mejor manera los distintos periodos constitucionales. No se puede vetar el debate sobre estos temas de ordenamiento territorial.
- Hay críticas sobre centralización si la propuesta pasa el examen del Congreso. ¿Descentralización o centralización?
Esta crítica está centrada en la mala interpretación de la propuesta, pues la consideran como una unificación de periodos, y lo dicen porque habría, según ellos, un unanimismo. Lo que se está proponiendo es que las elecciones se hagan dentro de un mismo año, no tiene nada que ver con unanimismo.
- ¿Qué decir ante las críticas que señalan que lo que se busca es beneficiar los actuales Gobernadores y Alcaldes locales?
Que lo esencial es que se racionalicen los periodos electorales en el país y que las autoridades locales sern más ágiles. Se ha hablado de una reelección de los actuales mandatarios por dos años, y por una sola vez para ajustar el periodo, pero pueden ser los actuales, o los siguientes; eso lo definirá el Congreso.
Los proyectos en el Congreso sufren muchos cambios, no sé cuáles se darán, pero lo importante es que se respete el espíritu de la propuesta. La filosofía del Comité Intergremial es ajena a cualquier interés egoísta. Lo esencial es la racionalidad del sistema político y las relaciones entre lo local y lo nacional.
- Se unifican los periodos, pero ¿qué hacer con la lluvia de elecciones atípicas?
No hay una reflexión sobre este particular, aunque hay que tener presente que no todas las faltas de mandatarios se dan en la primera mitad del periodo, muchas son en el segundo y el partido al que pertenece designa el sucesor.
- Usted citó la Ley de Garantías, ¿ese no es uno de los problemas de fondo?
El punto central de este tema es armonizar el Plan Nacional de Desarrollo y los Planes de Desarrollo locales, los objetivos de estos, el Plan Nacional de Inversiones con las que se tienen en el mismo sentido en las localidades, lo mismo que el manejo presupuestal. Las decisiones que se toman desde lo nacional impactan los desarrollos que proponen las autoridades locales.
- Este es un acto legislativo. Pensando en que la elecciones son el otro año, se requiere presupuesto, etc. ¿Hay tiempo?
Eso hay que preguntárselo al ministro del Interior, si él propone esta iniciativa es porque cree que es posible.
- ¿Muchos creerán que ese orden que busca es lógico. ¿Por qué dice que se pierde autonomía?
La autonomía está determinada por el origen diferente de los Gobernadores y del Presidente y se da en la medida en que se tengan los recursos. La pregunta es porqué se afectaría la autonomía por el solo hecho de que las elecciones se den el mismo año.
- ¿Le sienta bien a esta propuesta el que haya voto obligatorio?
Esas consecuencias son transversales a todo periodo electoral y no sólo a los de carácter territorial.
- Y de cara al abstencionismo, ¿no los afecta?
Creo que en la medida en que los ciudadanos tengan que participar en distintos procesos electorales, se irá creando un mayor compromiso social y mayor interés por lo político.
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