El Concejo de Cartagena volvió a sesiones ordinarias este 1 de octubre en medio de una de las peores crisis políticas que ha enfrentado la ciudad en los últimos años. Con el suspendido alcalde Manuel Vicente Duque y el exconcejal Jorge Useche en prisión bajo medida de aseguramiento, y ocho concejales investigados por el presunto delito de cohecho impropio, las preocupaciones del cabildo pasan más por la defensa de sus miembros que por el cumplimiento de su labor normativa y de control político. (Lea aquí: Cancelan credencial de concejal a Jorge Useche)
Con este panorama, el Concejo arranca un nuevo periodo. El alcalde (e) Sergio Londoño fue uno de los encargados de dar el discurso inaugural, y la firmeza de sus palabras calaron rápidamente en el público presente y en las redes sociales, donde se destacó su mensaje de lucha contra la corrupción. Recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones y purgar la clase política de la ciudad, son las tesis que dejó la intervención de un Londoño que extendió una invitación a los concejales para retomar el rumbo y trabajar de la mano para sacar a Cartagena de la crisis en la que está. (Lea aquí: "Cartagena no necesita elecciones, necesita acciones")
Varios apartes del discurso del Alcalde (e) se destacan y dibujan la realidad política de la ciudad. A continuación le presentamos algunos de los apartados más interesantes dentro del discurso del alcalde Sergio Londoño ante el Concejo de Cartagena:
- Hoy, después de haber sido ya dos veces Alcalde y de completar 60 días en el actual encargo, puedo venir a reiterarles que la ciudad nos necesita a todos. Necesitamos de una Cartagena esperanzada, gobernada bajo principios de austeridad, transparencia, orden y autoridad.
- Considero que este es el espacio propicio para reflexionar que las instituciones de nuestra urbe, son inferiores al talento, las ganas, y la capacidad de nuestra gente.
- La crisis institucional del Distrito no es producto azaroso del destino. La crisis institucional es resultado del accionar desordenado y voraz de nuestras élites.
- Esas élites económicas, políticas, sociales y funcionales que durante años han considerado que lo público puede ser una empresa para el enriquecimiento personal y el de sus allegados.
- Pero señores, no me estoy refiriendo únicamente a quienes con el erario público viven en lujosos apartamentos o quienes tienen sendos carros o quienes se decoran a si mismos con joyas y relojes sino también a los líderes que durante época electoral hacen su agosto negociando con el hambre de su pueblo.
- Esas rémoras perversas de nuestra sociedad, los pillos de cuello blanco enroscados con los ladronzuelos de poca monta, son quienes tienen a nuestra ciudad sumida en la pobreza de mente y espíritu.
- El juego de mantenernos subyugados para poder vivir cómodamente del desorden de las masas, porque si los cartageneros nos unimos por una sola causa, se disiparán de una vez por todas los macabros intereses que bloquean la luz.
- La corrupción es la mayor violencia de una sociedad. Es la mayor creadora de víctimas y de procesos victimizantes. La corrupción es la madre del resentimiento y la excusa para aquellos ciudadanos de moral desviada quienes en medio de su infinita cobardía afirman “si él roba yo porque no”.
- Este es el momento para que Concejo y administración nos unamos y trabajemos de la mano de ciudadanía por Cartagena. Ustedes tienen la experiencia, la expertícia de conocer cada rincón de nuestra ciudad y de palpar sus necesidades.
- Muchos de ustedes, sino la gran mayoría, son políticos que cuya profesión la han hecho a través de años de diálogo ciudadano. El valor de ese conocimiento hoy servirá para edificar también la ciudad de la esperanza que tanto hemos soñado.
- Señores Concejales: estamos en el momento indicado de remar juntos hacia una misma dirección, de demostrar a nuestros coterráneos que sufrimos y vivimos junto a ellos y que Cartagena no es un balde de cangrejos sino una ciudad viva, llena de cosas buenas que podemos mejorar con nuestro actuar diario.
El Universal habló con Ángel Tuirán, docente investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, para que analizara el mensaje del primer mandatario de los cartageneros de acuerdo al contexto político de la ciudad. Según dijo el profesor, las palabras del alcalde, más que un llamado de atención al Concejo por la crisis que atraviesa, es un llamado a la reflexión.
“El Alcalde da un mensaje no solo al Concejo sino también a toda la ciudadanía al señalar tanto a la clase política que se ha enriquecido con dineros públicos como a los líderes sociales barriales que cumplen como intermediadores clientelistas entre la sociedad y los candidatos de turno. El discurso es un llamado de atención a identificar a estos actores y a los políticos corruptos; un llamado a cambiar esta élite”, señaló Tuirán.
El profesor de la Universidad del Norte, además, sostiene que este llamado de atención se da en un momento muy importante, pues durante las actuales sesiones ordinarias se debatirá el presupuesto del próximo año.
“La condición de encargado del alcalde Londoño le da cierta autonomía para hablar de esa manera. Un político tradicional de la ciudad no puede expresarse de esta manera porque seguramente hace parte de una maquinaria y debe ciertos favores políticos. Ser nombrado por el gobierno central le permite hacer este tipo de discursos. Al final, lo que dice el Alcalde es que hay que construir conjuntamente un mejor futuro para los cartageneros y el Concejo es un actor importante”, finalizó el docente.
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