Durante la apertura del encuentro entre el presidente Juan Manuel Santos y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que avanza en esta ciudad, los mandatarios, acompañados de ministros y gobernadores de los estados fronterizos de los dos países, hablaron del proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc, en La Habana, Cuba.
En la sus alocuciones ambos mandatarios celebraron los avances que se han tenido en la mesa de negociación. Santos agradeció a Maduro y el Presidente venezolano reiteró su apoyo al proceso.
"El proceso de paz está en su fase final y definitiva, por eso le decimos al presidente Nicolás Maduro que necesitamos de su apoyo y de mucho impulso para que sea posible terminar este conflicto. Gracias, porque ustedes han estado presente desde el principio en este proceso que esperamos que llegue a feliz término", dijo Santos a Maduro.
El Jefe de Estado colombiano, quien en un momento de su intervención le dijo "presidente Chávez" a Maduro, insistió en la importancia de tomar decisiones rápidas entre ambos países, no solo en los temas económicos y de integración, sino en los aportes para la paz.
Por su parte Maduro señaló: "Cuente usted presidente Santos con todo el apoyo y el compromiso por la paz en Colombia”.
El Presidente Constitucional de Venezuela agregó que desde su país habrá "cooperación y compromiso para seguir rogando a Dios por el logro feliz de la paz en Colombia".
“La paz en Colombia nunca estuvo tan cerca como está en este momento. Nosotros no dejamos de soñar con el bendito día de la paz de Colombia que estamos seguros llegará. Ha sonado la hora y ha llegado el momento para la paz”, puntualizó el mandatario.
MADURO, UNA CARTA DE SANTOS PARA LA PAZ
Las alusiones al proceso de paz llegan en un momento crucial de este proceso en el que el mismo presidente Santos anunció que las Farc "estaban jugando con candela", lo que ponía en riesgo los diálogos en La Habana.
La visita de Maduro en Cartagena se convierte así en una carta de Santos para darle un nuevo giro al proceso, que se ha visto “minado” por los últimos ataques de las Farc a la infraestructura energética y a la población civil.
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