Después de culminados unos excelentes Juegos Centroamericanos en Barranquilla, donde se vio que no hubo nada improvisado sino una buena organización, las miradas están puestas ahora en los Juegos Nacionales en Cartagena y varios municipios de Bolívar.
Este certamen, que irá del 16 al 30 de noviembre del próximo año, se convierte en una especie de olimpiadas en las que se congrega a lo más selecto del deporte nacional.
Es la justa deportiva más importante del país, aquella en la que el Gobierno nacional y las autoridades locales últimamente se han rajado. En el 2015, por ejemplo, los Juegos Nacionales de Tolima y Chocó fueron un desastre que terminó con escándalo de corrupción, pues había escenarios que tenían presupuesto y no se alcanzaron a terminar, por lo que esas competencias fueron trasladadas para otras ciudades de Colombia.
Para esta nueva edición, la Gobernación de Bolívar y la Alcaldía le madrugaron al trabajo y han avanzado en lo que les corresponde. Ambos ya tienen garantizados 45 mil millones de pesos cada uno para invertir en escenarios deportivos.
Pero el gobierno saliente de Juan Manuel Santos se quedó solo en buenas intenciones y se va sin dejar los recursos asignados. La cantidad que debe dar la Nación es de 46 mil millones de pesos para infraestructura, ese fue un acuerdo al que se llegó desde que se le otorgó la sede a Cartagena y Bolívar.
Pero como todo quedó en trámites adelantados, ahora le toca al gobierno entrante, en cabeza de Iván Duque, apuntarle cuanto antes al deporte de Colombia y llevar a feliz término lo que Santos dejó inconcluso.
Con los recursos de la Nación se construirán el coliseo mayor y un escenario de tiro con arco en Cartagena, el tejódromo en Turbaco y la adecuación de los estadios de fútbol de Magangué y El Carmen de Bolívar.
Por fortuna, Cartagena tiene una buena infraestructura heredada de los Juegos Centroamericanos del Caribe en 2016. Eso sí, está muy deteriorada y los Juegos Nacionales se convierten en una razón perfecta para dejar como una tacita de plata estos escenarios, que se convierten en la herramienta principal de los deportistas para mejorar sus marcas y seguir abriéndose paso a través del deporte.
El gobierno local y departamental aseguraron desde un principio que estos serán los mejores juegos de la historia, pero sin los recursos de la Nación debidamente garantizados y asegurados se prendieron las alarmas.
El deporte ayuda a transformar positivamente a la sociedad, entrega alegrías, une a un pueblo, lo hace sentirse orgulloso, brinda oportunidades a gente que se levanta con mucho sacrificio. Por eso es importante el respaldo del Gobierno nacional para que no haya más improvisaciones, ni escándalos de corrupción.
Ojalá el gobierno entrante tenga la voluntad política para que de verdad sean los mejores Juegos de la historia como prometieron los mandatarios locales y el presidente, el deporte colombiano se lo merece.
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