Editorial


Las Fiestas de Independencia

EDITORIAL

14 de agosto de 2017 12:00 AM

La lluvia no fue impedimento para una noche llena de alegría, que tuvo como protagonista la herencia africana, gracias al talento que mostraron cada uno de los integrantes del grupo Ekobios.

Además de la reina de Independencia 2016, María Camila Sinning; la virreina, Alicia Barrios; y la primera princesa, Gregoria Gómez; no podían faltar los Grandes Lanceros de Independencia 2017, Maritza Zúñiga y Ariel Ramos.

La escogencia de estos dos últimos fue un acierto, Maritza es reconocida por crear el icono de la cobra en las Fiestas de Independencia, es artista plástica con un amplio trabajo social y cultural en el colegio Normal Superior.

Por su parte, Ariel es un músico de gran trayectoria, reconocido por ser el director del grupo Los de la Vereda, además por ser uno de los impulsores del Carnaval del Buen Trato en el barrio El Socorro.

Podemos decir que las fiestas arrancaron bien, con la presentación de cantantes locales como Anne Swing, Viviano Torres, Louis Towers, Elio Boom, el Yao y Mister Black, quienes pusieron a bailar champeta a los asistentes. El sonido de la gaita y el ritmo tropical también hicieron parte del show con Mayte Montero y Boris García.

La actriz Aida Bossa, con el Coroncoro, homenajeó a la cantadora Emilia Herrera.

Fue una fiesta en paz, con un ejemplar comportamiento de cartageneros y turistas.

Esperamos que se mantenga el ritmo y la organización, porque son muchos los cartageneros que prefieren salir de la ciudad cuando Cartagena está de fiesta, por miedo al desorden, inseguridad y hasta vandalismo.

Las fiestas deben tener un objetivo, el de la revitalización. Exaltar la historia y los sonidos es una tarea que año tras año tiene principalmente el Instituto de Patrimonio y Cultura (IPCC).

En este propósito son claves las recién escogidas reinas de los barrios, quienes, en compañía de sus comitivas deberán velar por un sano ambiente de fiestas en sus comunidades; la celebración novembrina no debe perder de vista su valor histórico y cultural.

El respeto a nuestras tradiciones deberá primar en todo lo que se haga en los próximos meses, partiendo desde planear y cumplir la agenda. La nota predominante ha sido la impuntualidad en los eventos, contrario a los que organiza el CNB, virtud que hay que emular para los de la Independencia.

Ojalá este año sea una prioridad de la administración distrital devolverle la confianza al pueblo en sus fiestas, en el sano disfrute de una tradición que no debería desaparecer, sino arraigarse.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS