Editorial


La denuncia, la mejor arma

EL UNIVERSAL

02 de abril de 2018 12:00 AM

Por el qué dirán. Por la dependencia económica de sus parejas o en principio por el mismo sentimiento hacia estas o por condescendencia por ser los padres de sus hijos. Incluso, por el propio miedo infundido con amenazas de muerte personales o contra sus parientes.

Son muchas las razones por las que algunas mujeres aguantan maltrato físico, psicológico y verbal por parte de sus parejas.

A veces prefieren aguantar y vivir dramas en las sombras, que por desgracia muchas veces terminan en tragedias: en los llamados feminicidios.

En lo que va corrido de este año, cuatro mujeres han sido asesinadas entre Cartagena y municipios del norte de Bolívar.

En San Fernando, un sicario mató a una mujer, mientras que en el barrio La Esmeralda otra fue asesinada por pandilleros en medio de una riña.

Las otras dos víctimas encontraron la muerte por sus exmaridos. Uno de los casos pasó en el municipio de Marialabaja, mientras que el otro sucedió en Santa Rosa de Lima.

En cuanto al hecho en Santa Rosa, los parientes de la difunta indicaron que tiempo antes que ocurriera, la víctima había denunciado a su agresor, quien luego fue capturado y condenado: un menor de 17 años.

Por desgracia, en muchas de las denuncias que realizan mujeres contra sus parejas o exparejas, es notorio que lo hacen cuando ya han sido víctimas de una seguidilla de agresiones.

Incluso, en algunos de los casos, las víctimas desisten de la denuncia cuando sus compañeros o excompañeros son procesados y enviados a la cárcel. En ocasiones, porque dependen económicamente de ellos.

Pero hay que prevenir y velar por el respeto de los derechos de las mujeres. En un principio son ellas mismas las que deben valorarse y quererse, pero también es menester que las autoridades estimulen la denuncia de cualquier tipo de agresión y sobre todo que ofrezcan los mecanismos que la faciliten.

Estos mecanismos deben estar a la mano. Por ejemplo, profesionales en los barrios atendiendo a la institución más importante de todas: la familia. Porque es allí, en esa primera escuela, donde se educan los niños que serán los hombres y mujeres del mañana.

Es allí donde se debe atacar el problema, porque es en el hogar donde se aprenden los valores.

Es difícil que un niño que tiene como ejemplo a un padre maltratador, no repita ese ejemplo cuando esa situación anormal se convierte en una cotidianidad para él.

Recientemente la Fiscalía Seccional Bolívar capturó a 11 hombres, la mayoría por agredir a su pareja. Es necesario que mientras estén vinculados al proceso, a las víctimas se les brinden todas las medidas de protección necesarias.

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