Desde el 29 de enero, cuando los estudiantes entraron a clases, están sin la alimentación del PAE, que deberían recibir por ley y que es esencial para su bienestar. Y para muchos, podría ser la única comida completa del día. En Cartagena son 89.718 los niños sin recibir esta alimentación a pesar de que 12.280 son estudiantes de jornada única. El plazo para ejecutar el contrato es de 110 días del calendario escolar 2018 para la jornada única, y de 100 días para la jornada regular, hasta agotar los recursos.
Para 2018, el programa era el siguiente: almuerzos para la jornada única, 10.542 raciones diarias en 110 días del calendario académico; ración industrializada para jornada única, 3.738 raciones diarias en 110 días del calendario académico; almuerzos para la jornada regular, 34.079 en 100 días del calendario académico; y la ración industrializada para la jornada regular consta de 41.359 raciones diarias en 100 días del calendario académico.
A pesar de que el procurador Carrillo tiene estos contratos fallidos en la lupa, y que el 20 de abril pasado sonó la alarma para 538 mil niños de 4 departamentos y 12 municipios, incluyendo a esta ciudad, aún no arranca el PAE y los niños siguen padeciendo esta desidia. El contralor Maya también intervino, y en noviembre del 2017 reveló irregularidades en el PAE de Cartagena, incluyendo que el entonces alcalde Duque contrató de manera directa $23.427 millones para el PAE local y de ñapa, que en esa administración compraron 2,6 millones de panes a $400 pesos cada uno, aunque no se entregó un millón de ellos.
La buena noticia es que el Distrito quiere que la Agencia Logística de las Fuerzas Armadas (ALFM) asuma el contrato del PAE dada su experiencia en alimentar miles de hombres en distintas partes del país, su capacidad instalada en cocinas y otra infraestructura, y dada la transparencia que ofrecería, cualidad que ya parece escasa en buena parte de la contratación pública y que sería una garantía de tranquilidad para los estudiantes y para el erario.
Es muy importante que la ALFM se mueva con prontitud para que los estudiantes de Cartagena puedan recibir su alimentación y para que los recursos que se emplearán para alimentar a los más de 89 mil estudiantes locales estén seguros, condición que no siempre se cumple en la contratación pública y con la que es indispensable contar a toda costa.
Sería un error a estas alturas aventurarse con proveedores distintos si ya hay este con toda la experiencia y la infraestructura necesaria, y además, no sería un mero intermediario que buscaría a un tercero para ejecutar el contrato, sino que la propia entidad contrataría y ejecutaría, teniendo así un control absoluto que impediría que después surgieran contratiempos y pretextos en perjuicio de los estudiantes de Cartagena y del erario.
Ha sido un abuso que los estudiantes estén sin el PAE desde que entraron a clases. Es indispensable arrancarlo de inmediato.
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