Editorial


Electricaribe, ¿esta vez sí?

EL UNIVERSAL

08 de julio de 2018 12:00 AM

La Costa Caribe viene padeciendo terriblemente por su mal servicio de energía debido al rezago de las inversiones que debió hacer Electricaribe durante los últimos años, y que sus propietarios españoles descuidaron. La intervención de la empresa ha hecho lo posible por mejorar la confiabilidad y el servicio, pero como en la canción de Daniel Lemaitre Tono, Sebastián, “la cosa es con dinero”, no con más retórica gubernamental, y por eso da buena sensación el Conpes de $735 mil millones aprobado para respaldar las inversiones que la empresa debe hacer y que tendrá que pagar el nuevo operador que se escoja en julio de 2019. No hay que olvidar que la empresa estuvo a punto de dejar a la Costa Caribe a oscuras porque no tenía con qué pagarle la cuenta a los generadores. Sin la intervención del Gobierno todo sería peor, a pesar de que todos los habitantes del Caribe hubiésemos preferido que la empresa solucionara mucho más rápidamente sus múltiples problemas.

Las fallas en la energía tienen consecuencias funestas para los habitantes del Caribe, en primer lugar para su vida diaria, dado nuestro clima caluroso y húmedo, por lo que la energía es una necesidad básica para las neveras domésticas que enfrían bebidas y conservan víveres, y para mover los ventiladores y acondicionadores del aire indispensables para un mejor vivir en estos climas, particularmente durante los meses de lluvia, como los que cursan, cuando se disparan el calor y la humedad y con estos la incomodidad de la gente.

Y luego está la competitividad de la Región Caribe, que es indispensable mantener para atraer nuevas industrias a este litoral, creando empleos de calidad para una zona muy deprimida laboral y socialmente. Sin energía confiable y abundante ninguna empresa querría relocalizarse en el Caribe ni mucho menos se podrían crear nuevas con empresarios locales o foráneos.

Los problemas de Electricaribe son diversos. No solo tiene que mantener mejor la infraestructura que ya tiene para distribuir energía, sino que debe expandirla y repotenciarla para que en verdad pueda ser eficiente. Insistimos, no solo se trata de mantener lo poco que hay, sino de construir nuevas redes, más robustas y redundantes para que los apagones sean cosa del pasado y para poder absorber con holgura la nueva demanda que debería crearse en el Caribe, especialmente en sus ciudades portuarias.

También hay que cuidarse de que Electricaribe se convierta en una entidad manejada por la politiquería, como pasó en el pasado con la energía regional, aunque sí es un terreno de la política el velar porque este servicio se preste bien y se garantice hacia el futuro. El servicio de energía debe ser tan bueno que se dé por hecho, sin sobresaltos ni crisis periódicas.

También haría bien la región Caribe en fomentar la energía sostenible, dada su luminosidad y las brisas y vientos que tiene buena parte del año, haciendo viable la energía eólica y solar. Ojalá que en julio de 2019 no estemos aún hablando de lo mismo.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS