Editorial


El patrimonio amenazado en Tierrabomba

La visita de la Unesco a inspeccionar el estado del patrimonio histórico es oportuna y para la mayoría de la gente debería ser bienvenida, ya que debería representar un cambio de rumbo donde se requiera y con la radicalidad necesaria, e igualmente debería significar seguir con las políticas vigentes en los frentes en los que todo está bien, que deben ser la mayoría.

Varias veces, sin embargo, nos hemos referido aquí al valioso patrimonio monumental de Tierrabomba que en partes está atropellado y en otras abandonado.

El cerro del Horno, por ejemplo, con su fuerte del Ángel San Rafael debería ser una tacita de plata, lo que incluiría varias cosas: además de su propia conservación, su entorno debería estar impecable, por lo que no debería tener casas demasiado cerca, ni mucho menos encima del túnel de 600 metros que va de la orilla del agua hasta el fuerte, que era usado para mover a los soldados entre las fortalezas de San Fernando y el Ángel. Hace mucho tiempo el Ministerio de Cultura debió establecer un perímetro intocable para proteger esta joya de fuerte, que una vez construido, hizo impenetrable a la bahía de Cartagena y que solo recibió fuego enemigo de la artillería de Pablo Morillo, durante la reconquista. Y el propio túnel debería estar impecable y en uso para visitantes locales y foráneos.

El 28 de noviembre pasado el Ingeniero Jorge Rocha le dirigió una carta a la directora del IPCC alertándola del deterioro de varias áreas, entre estas la arqueológica donde cayeron muchos soldados ingleses durante el sitio de Vernon, ahora invadida por edificaciones, hecho que hemos denunciado aquí varias veces. Rocha cuenta en su misiva de la respuesta recibida de una funcionaria del Ministerio de Cultura en el sentido, según él, de que le dio a entender que ‘lo hecho, hecho está’, y opina el denunciante que esta funcionaria y su ente le temen a los ‘peces gordos’ que podrían estar tras esas actividades. El 7 de diciembre pasado la directora del IPCC a su vez le remitió la misiva a un alto funcionario del Ministerio de Cultura, Dr. Alberto Escobar, encargado de los BIC (Bienes de interés cultural).

Esperamos que el Ministerio de Cultura encare estas anomalías para hacer respetar un camposanto de tantos años y a los caídos en combate, para rescatar sus restos si los hubiere, al igual que todos los artefactos usados por los soldados de la época, incluyendo sus armas, todo lo anterior de valor humano, histórico y patrimonial.

 


 

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