Editorial


El abuso a la autoridad

EL UNIVERSAL

17 de abril de 2018 12:00 AM

La frase: “Usted no sabe quién soy yo”, suelen decirla aquellas personas que no permiten una amonestación de una autoridad.

Nicolás Gaviria fue uno de los que la hizo popular cuando en 2015, ebrio, agredió a unos policías que llegaron a atender una pelea que él tenía con unos taxistas en el norte de Bogotá. Empujó a los agentes, los amenazó con enviarlos a Chocó y con llamar al director de la Policía. Además, les mintió, advirtiéndoles que era sobrino del expresidente César Gaviria.

La excusa del “Usted no sabe quién soy yo” se ha movilizado en cuatro ruedas por todo el país y se conocen los casos gracias a que han quedado grabados en video. Como el del exsenador Eduardo Merlano, quien “en estado de embriaguez y sin licencia de conducción”, se negó a que le practicaran la prueba de alcoholemia, mientras amenazaba con llamar al coronel de la Policía. “Yo soy senador de la República. 50 mil personas votaron por mí ¿y ustedes me van a faltar al respeto?”, dijo en ese entonces a los agentes.

Se ha hablado mucho de que en los últimos años la corrupción arropó el sector político en Colombia, sin embargo, hay ciudadanos que con este tipo de conductas, contribuyen a que el fenómeno siga creciendo.

A finales del mes pasado también se conoció la bochornosa reacción del excandidato a la Cámara de Representantes, Hernando Zabaleta Echeverry, quien humilló a una patrullera de la Policía de Tránsito en la capital porque le puso un comparendo por mal parqueo. “Yo gano 20 veces más que usted. Yo sí tengo carrera, yo sí soy especialista; yo no me gano un milloncito de pesos como usted. Siga andando en su motico”, fue una de sus tantas ofensas. No pasaron 15 días cuando a Zabaleta Echeverry lo volvieron a sancionar, esta vez, en Barranquilla, donde invadió el carril exclusivo de TransMetro.

Es muy común que estas personas no solo reincidan sino que cada vez sean más agresivas con la autoridad, como pasó hace poco en Cartagena con el hombre que golpeó con su camión a un agente del DATT. Ya el mes pasado había sido sorprendido en contravía en Escallón Villa, y al ser requerido por un agente, derribó la motocicleta con su camión y huyó, montándose por andenes y zona peatonal.

Estos abusos no son nuevos: el exalcalde, Campo Elías Terán, alguna vez pensó que los agentes de tránsito debían estar armados, como en otros países, y aunque aquí no parezca conveniente, sí es necesario castigar severamente a quien comete el abuso contra la autoridad (y al revés), para que no se le ocurra repetirlo.

Suspender la licencia de conducir solo funciona si de alguna manera se evita que un conductor de estos vuelva a poner su pie en un acelerador.

 

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