Editorial


Código de Policía y perros ‘peligrosos’

EDITORIAL

17 de febrero de 2017 12:00 AM

Los accidentes en los que personas son mordidas por perros, son múltiples en el país.  El nuevo Código de Policía y Convivencia obligaría, si ya estuviera reglamentado, a los dueños de perros de razas ‘peligrosas’ a tomar una póliza de seguros y además sería necesario identificar a los ejemplares con un microchip, cosa que es muy sencilla y ya se usa en caballos desde hace mucho tiempo con un implante subcutáneo, así que no hay un problema técnico para poder cumplir con esta regla si llegara a ser norma.

El objetivo es poder hacer responsable al dueño de un perro que haga daño a terceros, que usualmente terminan siendo niños por ser los más vulnerables, además de inquietos, y por tener un tamaño que le facilita a un perro atacarlos.

El verdadero problema no es la parte mecánica y técnica de tomar una póliza e ingresar un perro y su dueño a un registro, sino los errores crasos que se cometen al hablar de razas peligrosas, incluyendo unas y dejando otras por fuera.

Hay estudios que han demostrado que no es tanto que haya razas peligrosas, sino dueños de quienes los perros aprenden su mala conducta, pero ya está hecho el mal y hay razas estigmatizadas, como la pitbull, rottweiler, fila brasilero, american sttaffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo, el dogo de Burdeos, entre varios otros, todos de medianos a grandes y muy fuertes.

Pero para poder establecer bien esa clasificación en el Código de Policía, tendrían que determinar si los ejemplares son de pura raza o son mestizos, en cuyo caso tienen comportamientos distintos. Es usual decir que un perro es de tal o cual raza solo porque uno de sus padres o abuelos lo es, y esta es una inexactitud. ¿Cómo va el Código a definir si un ejemplar es de una raza u otra, cuando la mayoría son mestizos?

Por otro lado, es mucho más manso un pitbull bien tratado, hasta con niños, que un labrador que permanece encadenado en un patio con poco contacto con sus dueños y sin recibir afecto. Estas condiciones hacen que cualquier raza sea no solo peligrosa, sino fiera, especialmente si tiene un tamaño suficiente para que el daño que haga pueda ser letal.

Es común que los perros caseros sean tenidos solo para que hagan ruido y espanten a ladrones potenciales, y no porque sus dueños sean ‘perrunos’, es decir, aficionados a los canes y afectuosos con estos. También hay razas pequeñas que pueden ser mucho más bravas al cuidar a sus dueños que otras grandes, pero su tamaño las hace inocuas.

La regla debería ser entonces no para las mal llamadas razas peligrosas, que no lo son cuando tienen buenos dueños, sino para cualquier raza de perro que pase de cierto tamaño y de cierto peso, los verdaderos factores para que puedan o no ser dañinos sin importar su raza.

Así se evitaría la tontería de tener que definir su raza cuando no son puros y se cubriría el universo de los perros que por estar en malas manos, tienen el tamaño y la fuerza para hacer daño. Y claro, de una vez  quedarían incluidas las razas que alguien decidió denominar como peligrosas.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS