En la calle contigua al Patio de Banderas del Centro de Convenciones “Julio César Turbay Ayala” se estacionan buses de turismo y carros particulares que dejan personas en los eventos que cada rato se llevan a cabo allí, que obstaculizan el paso hacia la Avenida del Arsenal y que impiden que haya una circulación ágil de los vehículos que vienen de Bocagrande.
A pocos pasos de allí, en la curva que existe en la Avenida Blas de Lezo, muy cerca de la Alcaldía, unos taxistas han instalado una pequeña estación, con lo cual crean obstáculos a la circulación de carros por esa vía, que sirve, además, para el paso de los buses de Transcaribe.
En una ciudad con pocas vías y uno de cuyos problemas graves es la movilidad, esto es algo que no se debería permitir, y el Distrito debería desplegar autoridad allí. Ya habíamos señalado insistentemente los casos de la Avenida Jiménez, en Manga; y de la Calle Larga, en el Centro, pero las autoridades suelen andar cortas de personal o no es esa su prioridad .
La grúa, que se encuentra activa para llevarse los vehículos de los turistas y los que momentáneamente se detienen en donde no está permitido, en este caso brilla por su ausencia y no hay manera de hacer entrar en razón a esos conductores, pues cuando se les hace un reclamo, contestan con frases como “No sea sapo”, y otras peores.
La falta de cultura ciudadana y la indisciplina que fomenta es un problema constante que, junto a otras causas, hacen que la circulación de carros sea un caos en Cartagena. Existe la costumbre de parar los carros para dejar personas, obstaculizando la movilidad tanto como sea posible, y en el caso de la vía contigua al Patio de Banderas, muchos son venidos de la capital, convencidos de que aquí pueden hacer lo que se les venga en gana. Pero hay también conductores locales, quienes no se percatan que los demás tenemos derechos y estos deben ser respetados. No es concebible que se estacionen vehículos a lado y lado de la calle en vías congestionadas porque por allí pasan otros con frecuencia.
Así como otros problemas de la ciudad, este es un asunto que debe encararse con autoridad. Los agentes de tránsito deben estar prestos a sancionar a los conductores que se detengan largo rato en una vía donde no se permita hacerlo, de manera continuada y firme, de otra forma esta nefasta costumbre pervivirá, haciendo de Cartagena, una ciudad caótica e impidiéndonos vivir con tranquilidad. Muchos conductores creen que están en el patio de su casa y que por vivir aquí, pueden hacer cualquier cosa, incluyendo obstaculizar las vías, estacionando sus vehículos en cualquier lugar, aunque esto signifique detener a los demás.
El problema se acabará cuando se impongan drásticas multas o se lleven los vehículos que obstaculizan las vías de amplia circulación. Deberían las autoridades dedicar cierto tiempo a corregir esto en un lugar y luego ir a otro. Cuando hay persistencia es posible encarar las dificultades con éxito.
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