Editorial


Aftosa, vacunación y competitividad

El ciclo más reciente de vacunación contra la fiebre aftosa culminó en 2014 con gran éxito. En Bolívar la cobertura fue de 97,7%, un récord para el departamento. Parte del éxito de la campaña nacional se debe a que se puede ir a la mayoría de las zonas ganaderas, aunque hay cada vez más rumores de inseguridad en sitios de donde había sido desterrada.

La fiebre aftosa es una enfermedad viral capaz de destrozar ganaderías enteras y es altamente contagiosa a través de las secreciones de los animales infestados. También puede ser llevada de un lugar a otro en las llantas de los carros o en la ropa.

El nombre viene de las aftas, o úlceras que resultan de vejigas que le salen a las reses en la mucosa bucal, especialmente en la lengua, que muda la piel y queda al rojo vivo por unos días, causándole al animal mucho dolor e impidiéndole comer.

La fiebre aftosa no solo tiene consecuencias visibles sino que también afecta el miocardio de los animales y en el caso de las vacas les reduce de por vida la capacidad de dar leche. Los animales que sobreviven este mal, cuando les ha dado de manera leve, pueden terminar en el matadero, aunque lo más recomendable es sacrificarlos de inmediato, quemarlos y enterrarlos.

Colombia pagó un precio altísimo por ser un país con aftosa durante muchos años y le ocasionó no poder exportar sus ganados a muchos otros países, limitando el desarrollo de la industria ganadera de forma drástica. Desde 2009 y mediante el trabajo de varias entidades, especialmente del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y Fedegán, el país obtuvo el estatus de libre de aftosa por vacunación, a pesar de lo cual muchos países siguen discriminando los productos bovinos colombianos.

El pretexto de la aftosa les sirve de barrera comercial contra la actividad pecuaria colombiana, por lo que hay que evitar celosamente los brotes en el país mediante controles fronterizos estrictos para que no entren animales contaminados y también tener campañas de vacunación masivas y envolventes, como la que acaba de pasar.

Ser país libre de aftosa es indispensable porque es una manera de incrementar la competitividad y aprovechar muchas de las grandes ventajas pecuarias de Colombia en los TLC, como es el poder producir carne a partir del pastoreo, lo cual es más económico y saludable.

La enfermedad de las vacas locas, por ejemplo, que también es gravísima, da en países europeos y en los EUA por estar estabulados los ganados y por comer concentrado cuya fuente de calcio son huesos triturados de otras reses que tuvieron la enfermedad, perpetuándose así la epidemia, pero no la hay en Colombia porque aquí los ganados para carne son levantados y cebados en pastoreo, sin alimentos concentrados, como mencionamos ya.

Para Bolívar es un gran logro tener una cobertura de vacunación tan alta y le permite al departamento exportar ganado en pie, como lo viene haciendo al Líbano desde el puerto de Cartagena.

Es entonces indispensable mantener las campañas de vacunación para que todas sean tanto o más exitosas que la que acaba de pasar.
 

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