El borrar un archivo importante en forma accidental siempre nos causa una sensación de angustia, difícil de superar. Pero ya no hay problema, con Recuva eso es cosa del pasado. Mucho se ha escrito sobre este tema, pero nunca está de más recordar las cosas básicas del manejo de los archivos, lo que nos permitirá trabajar con mayor tranquilidad. Lo primero que debemos repetir es que cuando borramos un archivo, en verdad este no se borra. ¿Cómo así? Aunque parezca un juego de palabras, en el momento de aplicar cualquiera de las opciones de “Borrar” o “Eliminar”, o de pulsar la tecla “Suprimir”, lo que hace el sistema operativo es quitar el nombre de la tabla de asignación y dejar el espacio disponible para ser usado. En MS-DOS se cambiaba el primer carácter del nombre por “?”. Por esto, la información siempre continúa allí, guardada en los mismos sectores de la unidad de almacenamiento, y sólo será irrecuperable cuando se sobrescriba repetidamente por otros archivos. O cuando se utilice un programa de eliminación de archivos, que reescriba hasta 35 veces los diferentes sectores. En la versión MS-DOS 5.0 apareció por primera vez el comando "Undelete" para recuperar los archivos borrados. Simplemente hacía un escaneo de la unidad y buscaba los archivos que tuvieran el signo "?" como inicio de su nombre. Luego, el programa proponía reemplazar este carácter inicial por cualquier otro, para activarlo dentro de la “FAT” –la tabla de asignación de archivos- y hacerlo visible. Igualmente, desde la época de las “Utilidades Norton” y su comando "Unerase" – creadas por Peter Norton-, hemos conocido otros programas dedicados a esta labor. Pero lo cierto es que Recuva ha revolucionado el mundo de la recuperación por sus cualidades. Algunas de ellas se refieren a su pequeño tamaño –tiene apenas 3 megas-, su fácil instalación, la actualización de nuevas versiones por Internet y su rapidez para mostrar los resultados. Puede parecer una exageración, pero pone en aprietos a otros productos de mayor abolengo. Al abrir Recuva, el “Control de cuentas de usuario” nos pide permiso. Luego, en la pantalla de bienvenida damos clic en “Siguiente”, marcamos “Otros” –mostrar todos los archivos- y pulsamos otra vez en “Siguiente”. Pasamos a “Ubicación del archivo”, seleccionamos “En una posición específica”, y con “Buscar” navegamos hasta la carpeta en la que estaba el archivo borrado. Damos “Siguiente”, y en la nueva ventana pulsamos en “Iniciar”. Cuando finaliza el escaneo, se muestran los archivos borrados, y al extremo derecho su estado. A los que dicen “Excelente” los marcamos en el cuadrito de la izquierda y damos clic en “Recuperar”. Aunque si es valioso, nada perdemos con probar, así esté marcado como “Pobre” “Muy pobre” o “Irrecuperable”. Hay que tener presente algunos conceptos esenciales. Por ejemplo, que una vez borrado el archivo se debe detener toda la actividad en el computador hasta su recuperación, ya que podríamos reescribir algunas partes del mismo. Y para recuperar el archivo, se debe escoger una partición diferente. Recuva se puede bajar de “www.recuva.com”. Es gratuito, trabaja con Windows XP y Vista, y según sus promotores se pronuncia “recover”. crismatt@gmail.com
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