A propósito del tema, sobre el cual ya se refirió esta columna en el turno anterior, ahora explicaremos la iniciativa de ley que busca reglamentar la custodia compartida de los padres separados. Como ya se explicó antes, en algunas ocasiones, los padres separados pueden convertir la vida de los hijos en un infierno por la tensión sicológica a que estos son sometidos. Uno de los casos que más se observa, tanto en los Centros de Conciliación, como ante las autoridades de familia, como comisarios, defensores y jueces de familia, son las falsas denuncias; la manipulación de los hijos disfrazada de alienación parental; la restricción de visitas; el incumplimiento de cuotas alimentarías; y la distorsión de la imagen del otro padre. En vista de que las quejas por los anteriores casos van en crecimiento, muchas veces con justificación y pocas veces sin fundamento, es como se ha llegado a plantear la iniciativa en comento, la que va por tercer debate, según divulgo El Tiempo recientemente. Esta iniciativa pretende defender los derechos de los niños, y la de los padres, pero no por ello ha estado exenta de polémicas. Suponiendo que el padre que ostente la custodia sea demandado temerariamente por abuso sexual y resulte libre de fallo condenatorio, no dejaría de ser ésta iniciativa un motivo de trastorno tan grave al interior de la familia, como el abuso sexual mismo. Al contrario, si el hecho ocurre ciertamente, pero es de difícil prueba, la madre o padre que pretenda denunciar, no lo haría, ya que perdería la custodia, en el caso en el que, en efecto, no logre probar la culpabilidad del padre abusador. Este proyecto de ley tiene como trasfondo la frecuencia de hechos de esta índole que suceden a diario en Colombia, pero, este problema hay que observarlo desde la otra óptica, y es que tanto el padre abusador, como el defensor, no contarían con la sensatez suficiente, para abordar la situación con el debido cuidado que ello implica, por la complejidad sicológica, los destrozos familiares, las consecuencias de contenido legal, y el precio personal y social que habría que pagar por ello. Otra arista del asunto es la de que, nuestros jueces, siempre han privilegiado, con mucha razón, a las madres, en el tema de custodia y tenencia personal de los hijos de padres separados. Pero también es cierto que, día a día crece el número de hombres que solicitan la custodia y tenencia de los hijos en común. Esto debe ser lo justo, siempre y cuando ambos sean personas calificadas y ejemplo de educación para los menores. En todo caso, el proyecto de ley pretende que se privilegie un régimen de custodia por tiempos iguales para ambos padres, el cual se determinará preferiblemente de mutuo acuerdo entre ellos, de lo contrario, lo definiría el juez de familia, teniendo como norte el de buscar la protección de los niños y teniendo en cuenta de que los menores deben ser siempre protegidos de las secuelas de un eventual enfrentamiento. En fin, el proyecto de ley, está lleno de muy buenos propósitos, pero los efectos colaterales comentados podrían convertir el remedio en algo peor que la enfermedad. A veces, como dijo Óscar Wilde, las peores cosas se hacen con la mejor de las intenciones. *Directora del Consultorio Jurídico de la Universidad Libre. tbarrozo@hotmail.com
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