¿Para qué seguir manteniendo una dirigencia “política” corrupta, que lo único que hace es robar el erario permanentemente, llegando a las cifras de que hoy se hablan de cuatro billones de pesos anuales? ¿Para qué “seguridad democrática”, si los bandidos están dentro de la oficialidad gubernamental? ¿Será acaso justo que se utilice la Fuerza Pública en las selvas de Colombia, en las ciudades combatiendo la delincuencia común, el narcotráfico, mientras los más allegados al señor Presidente están robándose los dineros que deberían estar construyendo un mejor país para que nuestra juventud, entre otras sin futuro, pudiera pensar en un mejor mañana lleno de oportunidades hoy insatisfechas? Que se acabe el cuento de que combatir a los alzados en armas o guerrilleros, será la panacea para vivir diferente a lo que nos ha tocado vivir a la generación de los años cincuenta y sesenta. Que no utilicen más a la Fuerza Pública para mostrar un país en mejoría, cuando todos sabemos que la corrupción, tanto pública como privada, ha aumentado, logrando con ello los índices de pobreza, desempleo, miseria y desplazamiento que solo demuestra hoy que crece sin control alguno. Que no se utilicen más a los hijos de los pobres en la guerra, permitiendo a través de ella, que los que se benefician del Estado, del gobierno, continúen haciéndolo. Recuerdo las palabras de Álvaro Gómez hablando sobre el régimen. Ahí está, vivito y “coliando”, pero llenando las arcas de los mismos, mientras el pueblo en general, padeciendo cuanta injusticia existe. Cualquiera que devengue, patrocina lo que sucede y aplaude lo que ve, en aras de tener él la oportunidad de seguir, por lo menos, disfrutando lo poco que tiene. El escándalo de lo visto con Agro Ingreso Seguro era para que el pueblo en general se parara, que exigiera, demostrando su rechazo, pero no, a través de la Fuerza Pública se camufla todo y se perdona hasta lo imperdonable. No importa que todo se lo roben. No importa que se hable de 4 billones de pesos esfumados de las arcas del Estado para los bolsillos de los politiqueros de siempre, solo agradecimientos al Gobierno por permitirnos disfrutar de las vacaciones en otros lugares. Todo ello utilizando a la Fuerza Pública, que pone los muertos, eso sí, hijos del pueblo y no de quienes creen que todo se lo merecen, además de que tenemos que quedar eternamente agradecidos. El negocio está montado y por ello, que vivan las cumbres mundiales de paz, las marchas mundiales por la paz, el caminante por la paz. Es el juego que quiere el Gobierno para poder decir mañana que está dispuesto a dialogar, pero que mientras tanto, los va a aniquilar. Es hacer el papel de idiotas útiles, a sabiendas de que la guerra es lo que les permite seguir haciendo lo que les venga en gana. Contralor, Procurador, etc, son las fichas clave para continuar con la mediocridad que vivimos, haciéndonos creer que ellos, al igual que el Presidente, salvarán el país. Nosotros, el pueblo, tenemos la palabra. Seremos culpables o no del futuro y lo que vemos de reacción, nos indica que tendremos que cargar con el señalamiento de que todos fuimos corruptos, por nuestra complicidad por omisión. *Periodista, ex asesor de paz del gobierno Pastrana, ex facilitador del gobierno de Uribe para un acuerdo humanitario. lviveropaniza@hotmail.com
Columna
No más Fuerza Pública
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