Columna


Maestros, salvemos a Colombia

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

21 de mayo de 2010 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

21 de mayo de 2010 12:00 AM

A propósito del Día del Educador, son verdaderos héroes que construyen patria con tesón y sacrificio, llevando a la mente y al corazón de los estudiantes conocimientos, valores, cultura, dignidad. En el caos en los 1.101 municipios, la voz y presencia del magisterio es factor de estabilidad institucional que defiende la democracia, los DDHH, la vida, el trabajo, la educación, la salud, y denuncia y combate el neoliberalismo, pobreza, corrupción y violencia. Más que nunca necesitamos unidad, coraje, compromiso, decisión y movilización para enfrentar medidas anti populares, como la privatización de la educación a través de Megacolegios dados en concesión, la ampliación de cobertura con operadores privados, la contratación con comunidades religiosas para la administración y dirección de planteles educativos oficiales, impulsadas por el Gobierno mediante la mal llamada Revolución Educativa, que desmejoró su calidad, hacinando y sobreexplotando laboralmente a niños y educadores. Los maestros y maestras debemos apoyar a Petro a la Presidencia. Por su origen popular representa los intereses de los desfavorecidos, y pretende transformaciones profundas de la economía, política y sociedad del país, entre otras: Separar la mafia del Estado; defensa de la soberanía; revisar entrega de bases militares a los EUA y TLC con Unión Europea; relaciones pacíficas y unidas con los países de América Latina; garantía y protección de principios y derechos fundamentales; política económica que garantice empleo, salud, educación, seguridad alimentaria, con base en la adecuada financiación y el apoyo del Estado. Devolución de la tierra en poder de las mafias, a los campesinos; reforma laboral que acabe la intermediación y garantice trabajo decente, vida digna; una Justicia que permita la verdad y justa reparación a las víctimas del paramilitarismo; e intercambio humanitario y solución política negociada al conflicto. Necesitamos un estatuto único de la profesión docente, ley de salud para el magisterio, hacer de las escuelas territorios de paz, sin alumnos informantes, sin violencia, sin guerra ni drogas, revertir la concesión de los Megacolegios, y privilegiar la destinación de los dineros públicos para la inversión social. Es importante reflexionar y no caer en la trampa de las encuestas, en las que los únicos opcionados son Santos y Mockus, no quedando alternativa que votar por Mockus para derrotar el uribismo, ya que sería desaprovechar el potencial y la oportunidad de los educadores para salvar a Colombia. Santos, Nohemí, Vargas Lleras y Mockus, son neoliberales confesos y continuistas contra la clase trabajadora. En Bogotá, Mockus, junto con Peñalosa, impuso la privatización y las políticas de liquidar las empresas del Estado; dejó en la calle a muchos trabajadores de la educación; concesionó a más de 20 colegios y aplicó autoritariamente medidas represivas al magisterio capitalino. Este 30 de mayo, todos los trabajadores debemos comprometer a nuestras familias, amigos, padres de familia y vecinos apoyar el programa de gobierno más serio, coherente y el candidato de lujo del PDA. No podemos permitir que sigan gobernando nuestros verdugos, es hora del cambio, elijamos el gobierno que iniciará la segunda independencia hacia una sociedad más justa y democrática. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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