Columna


Estas contralorías de hoy

ORLANDO ÁLVAREZ MEJÍA

15 de junio de 2009 12:00 AM

ORLANDO ÁLVAREZ MEJÍA

15 de junio de 2009 12:00 AM

Muchos, entre ellos quien escribe estas notas, añoramos aquellos controles previos de las contralorías del ayer. Todo era antes de que se dispusiese el gasto público, había que explicar y justificar la inversión de cada peso, para que el auditor o el contralor de aquel entonces, pudieran auditar un cheque o una cuenta. Para muchos eso era bueno, pero para otros no. Los auditores tenían la costumbre de perderse, de esconderse y extraviar las cuentas y los cheques, todo ello para sacarle provecho al desespero o a la necesidad del alcalde, del ordenador o el ciudadano de turno, el cual deambulaba de un lado para otro a la espera de que al bendito auditor le rascaran las ganas de refrendar las cuentas y autorizar los cheques. Conocí a más de uno de esos personajes. Ahora no, ahora el control es posterior, después que se hizo el gasto o la inversión, cuando ya no hay nada que hacer. Para ahorrarnos espacio y tiempo, ahora ese control posterior es el que ha permitido el despilfarro, el mal uso, la desviación o como se llame, de miles de millones de pesos en el país y para el cuento que vamos a relatar, los dineros de las regalías, benditas regalías. Sucre es uno de los pocos departamentos del país en donde la totalidad de los 26 municipios y hasta la gobernación disfrutan de las regalías petrolíferas, amén de las regalías por transporte de crudo y por la explotación del gas natural, en municipios como San Pedro, Buenavista y Los Palmitos. Localidades como Tolú y Coveñas han recibido toda la plata del mundo y no falta quien dice que con esos recursos, es para que en esas dos poblaciones turísticas y portuarias los servicios públicos fueran excelentes, no hubiera calles sin pavimentar o los hospitales funcionaran a la perfección. Otra cosa es la que sucede realmente y no se necesita repetirlas en esta nota porque son de conocimiento general. El Contralor General de la Nación, con su equipo de trabajo estuvo en Sincelejo, en un evento en el cual el funcionario volvió a manifestar no solo la gran cantidad de recursos que se han desviado en los municipios del país, principalmente en los de mi departamento, así como la posibilidad de que se impongan las sanciones y los correctivos del caso. Visitas de rutinas, anuncios que no asustan a nadie, porque aquí en Sucre, sede de los despilfarros de regalías, aun no se conoce el primer preso por la desviación o apropiación de esos recursos, como quiera que según, datos del propio Contralor general Turbay, desde 1987 a esta parte el Fondo de regalías, Planeación Nacional y otras entidades del Estado han girado casi $700 mil millones de pesos a los diferentes entes territoriales para obras de inversión. Y que vemos, pocas cosas. Qué cantidad de plata. Casi el 20 por ciento de esa cifra se ha ido para Tolú y Coveñas. Y, ¿en dónde están?, se preguntarán ustedes. Razón tienen el Gobernador en solicitar que no se sancionen a los entes territoriales sino en el mismo año que se cometen las fallas o los despilfarros, suspendiéndoles el giro de regalías. Razón tienen los veedores cuando solicitan que se sancionen de su propio bolsillo a los administradores que hacen de las suyas con estas regalías, que aún cuando vienen del Estado, son de todos nosotros. bromayserio@hotmail.com

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