Columna


El trampolín de la CCC

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

30 de mayo de 2010 12:00 AM

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

30 de mayo de 2010 12:00 AM

Lograr representatividad y transparencia en la elección de Junta para la Cámara de Comercio de Cartagena (CCC) es difícil con el actual marco legal obsoleto, que permite lo indebido y restringe lo necesario; y el código de buen gobierno, que poco se cumple. Por ejemplo, se prohíbe votar por internet; cada representante legal debe ir en persona a la urna, sin apoderado. Se permite dinero ilimitado en campañas; los “argumentos” para seducir votantes son las camisetas, botones, papayeras, afiches, etc. En elecciones pasadas (ojalá no en ésta) se promocionaban planchas para Revisor Fiscal y Junta Directiva en “combo”; matrimonio poco ético del vigilante con el vigilado. Sin caer en discriminaciones, el voto ponderado debería ser la norma. Se abusa de la “democracia” cuando un registrado unipersonal sin capital tiene el mismo poder de elegir que una gran empresa líder y clave en la competitividad, con cientos de empleados. Por eso, muchos empresarios no reconocen a sus supuestos “voceros” en la Junta de la CCC, o simplemente no los tienen. Este año, con buenas intenciones pero poco tino, la Andi, Fenalco, Acopi y Aciem sacaron 2 listas (No 1 y 2), encabezadas por sendos miembros de la Junta saliente que desean reelección inmediata. Esta “dedocracia” desestimó la alternancia sana que debe existir entre los gremios. Y para mayor desatino, cayeron en una práctica electoral que habían criticado en el pasado: inyectar dinero en la campaña. Un reconocimiento merecen, en cambio, los comerciantes de Undeco y Acoviva, que siguen defendiendo sus 3 curules (la gran cantidad de tiendas apabullan a los demás gremios). Me consta que ellos han apoyado la modernización de la CCC, pero a veces se les va la mano en concentrar recursos para sus propios afiliados, en perjuicio de los demás comerciantes sin cabildeo en la Junta. Lo anterior explica la “disidencia” muy respetuosa de 2 listas (No 8 y 10). La primera, de un importante grupo de ferreteros y comerciantes que no se han sentido representados en la CCC. La segunda, de empresarios con buen perfil, de la construcción, turismo, logística, droguerías, clínicas, medios de comunicación y la industria (incluye 6 muy cercanos a la Andi, como el suscrito). Este par de listas simbolizan un cambio de pensamiento en el manejo de la CCC; una razón válida para apoyarlas el próximo jueves. La gobernabilidad es otra gran inquietud en la CCC: ¡quien preside la Junta, tiene el poder casi omnímodo! El uso de información privilegiada y la capacidad de “lobby” ante el Gobierno, para algunos miembros de Junta, es más importante que los $7.800 millones de pesos (presupuesto 2010) que se deben invertir en casi 12.000 registrados de la jurisdicción, con la prioridad debida. Como la mancha de petróleo del Golfo de México, crece un rumor en la ciudad: la licencia de casi un año de la Dra. Silvana Giaimo para atender el honroso cargo de Viceministra de Minas y Energía sería parte de un “proyecto”, avalado por un sector político y empresarial privilegiado, para lanzarla a la Alcaldía. No preocupa su idoneidad para el cargo, porque le sobra (si ella fuera “independiente”, sería otra excelente alcaldesa), sino la indelicadeza de convertir la Junta de la CCC, el gremio de gremios responsable de la competitividad empresarial, en trampolín electoral. *Ing. Civil y MBA, Directivo Empresarial restrepojaimea@gmail.com

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