En tanto los colombianos, que no llegan a mil según la respectiva ficha técnica de la última encuesta sobre favorabilidad del mandatario de los colombianos, registran con el 74% como desfavorable la imagen de su Premio Nobel de Paz, Gas Natural Fenosa, GNF, prosigue en su estrategia de alzarse, a costa de una demanda contra Colombia, con cinco o seis veces más de lo que invirtió en el “negocio” de alumbrarnos a los naturales de aqueste Caribe pintoresco.
¡Joder!
Tontos de remate nuestros negociantes de Estado nunca se dieron cuenta, o simularon tal, que el negocio de los nuevos adelantados de la Iberia imperial en tierra de infieles no era el de alumbrarlos, sino el de esquilmarlos con demandas, como ya venían de hacerlo en otras colonias e ínsulas, que harían efectivas y pagaderas tribunales allende estas.
Mientras la imagen desfigurada del presidente Santos o los cuestionamientos con fundados argumentos del candidato Robledo al Fiscal General por cortesía de sus reiterados y puntualmente abonados servicios a Odebrecht son la efímera trama del día, Electricaribe ve en ese horizonte, rico y sin baluartes que es el Estado colombiano, la gran oportunidad para el gran asalto en tribunales extranjeros.
Vale decir, para sus intereses. Que en el caso de GNF, son los de España, conferidos sin límites a la metrópoli en arrobamiento de la confianza inversionista.
Pero bueno, en tanto no hay vías terciarias y para reparcharlas se coge lo poquito de las regalías de las cuales disponen los departamentos para Ciencia y Tecnología, de cuánto pueden estar seguros los colombianos, los desfavorables y los favorables a Santos, es que para honrar el fallo a favor de Electricaribe – GNF, la plata aparecerá de la lámpara de Aladino del presupuesto nacional.
Lo demás es lo de menos. Y lo de menos ya se sabe de antiguo, son los de la zona tórrida de este rico, variado, imponderable, extenso, intenso, sobrecogido de corrupción país, cuyo gobernante no se nombra presidente sino Nobel.
Volveremos, manes del tuerto López, a los tiempos del candil y las pajuelas para alumbrarnos mientras llegan los inversionistas extranjeros, o se atreven los locales, que con suficiente músculo financiero, alta competencia y experiencia positiva en el sector eléctrico, transparencia y eficiencia, den en la propuesta más conveniente para satisfacer la demanda de los 2 millones 600 mil usuarios que el Gobierno permitió fuesen esquilmados por GNF.
Ojalá en la de dividir el Caribe como mínimo en tres subregiones, cada una con un operador independiente, preferiblemente nacional y con probada solvencia en el negocio eléctrico, den en el blanco de la solución.
*Poeta
@CristoGarciaTap
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