No necesitamos tener la experiencia de consultores para identificar que el principal eje que logra una buena educación es un buen maestro, razón por la que muchos son recordados por sus anécdotas en los planteles educativos como Félix Viloria Romero, de Magangué, quien bajo la fundamentación del manual de Carreño, el catecismo de Gaspar Astete y los himnos y símbolos patrios, formó valientes ciudadanos impregnados de valores y alto contenido académico.
Sin embargo la falta de planeamiento para afrontar la educación en el alza demográfica es uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de las ciudades, principalmente en nuestra capital, donde la desinformación juega un papel importante y hace carrera quien tenga la mayor capacidad de influir en los medios y en los segmentos de poder.
Hoy el Sindicato Único de Educadores de Bolívar (SUDEB), preavisa al Concejo de la aprobación por considerarlo “(...) embeleco, que es un engaño tanto en lo administrativo, en lo educativo, en lo jurídico, en lo pedagógico y en lo financiero”, según Medardo Hernández, presidente de la organización sindical.
No obstante, en parte de estas audiencias los señalamientos del ex secretario y asesor para el Plan Maestro de Educación (PME), Julio Alandete, resaltan que el presidente fue invitado y dejó de asistir a varias actividades a las que se le convidó para divulgar el proyecto. Tampoco es mentira que publicaciones en diarios de alta circulación local invitan a que el Concejo revise y apruebe el PME.
Nos queda clarísimo la importancia del plan y sabemos que cuando se habla de calidad educativa son muchas las variables, que van desde el profesionalismo de los docentes, la pertinencia o no de los currículos, la Ley General de la Educación, entre otros, sin que podamos negar que los ambientes pedagógicos tienen una alta incidencia en la calidad educativa, porque como escenarios de complemento y formación de vida propician indiscutiblemente mejores niveles de aprendizaje. Y gran parte de las quejas de los planteles es su infraestructura y ambiente académico.
Los concejales estamos siendo evaluados en las aprobaciones por acciones u omisiones, y cuánto diéramos porque en las audiencias públicas para estudiar el proyecto, más ciudadanos asistieran o enviaran comentarios para enriquecer su discusión.
Los rectores de todos los planteles oficiales deben enviar detalladamente el estado desus infraestructuras, sus requerimientos, sus necesidades financieras y su concepto, razón por la que convocamos para el 20 de abril una sesión especial para directivos de instituciones oficiales. Debemos decir que nuestro visto bueno está sujeto a la certificación de la Secretaría de Hacienda, donde se especifique que no habrá ningún trauma financiero con el uso de esos recursos para ejecutar un plan. Queremos tomar una decisión responsable con la ciudad.
*Concejal de Cartagena
COLUMNA DEL CONCEJO
protocoloconcejodecartagena@gmail.com
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