El 2 de agosto, convocados por la Dirección de Consulta Previa del Mininterior, en Bocachica se reunieron con el Consejo Comunitario, instituciones, ciudadanos e interesados en que se acepte la profanación del arrecife de Varadero, con el fin de construir un canal adicional de acceso a la Bahía de Cartagena.
Esa preconsulta comprobó cuán diferente es valorar a poner un precio, y que lo sagrado para nosotros incluido el papa, para otros es solo un negocio. También dejó claro que falta más instrucción a la comunidad sobre lo que ecológicamente significa la propuesta de Aqua&Terra que, a nombre de portuarios y el gobierno, realiza el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) requerido para autorizar el dragado del arrecife.
En su estrategia para contrarrestar y minimizar el impacto mediático y la oposición que este proyecto genera, sigilosos, cambiaron la solicitud original y el EIA ya no es para dragar el canal por Varadero, sino que piden una modificación o adición de la licencia que, en su momento, autorizó el dragado ya ejecutado para profundizar a 21 metros el canal de Bocachica.
Es para hacer lo mismo pero ahora dicen que excavarán “solo un poquito” del arrecife y la ANLA -el yo con yo- les concedió esa modificación o ampliación de la licencia a través de un subdirector con el nuevo objeto de «Variante del Canal de Acceso».
La peligrosa coartada de legalidad que formalmente en palabras desaparece Varadero, en el fondo retrata la clásica (in)cultura del atajo que pretende burlar el hecho de que sí es un dragado del arrecife, y ello generaría un impacto nuevo en la zona. Es el típico artilugio que desvaloriza y, al omitir, facilita engañar, cooptar o comprar con dádivas a los consejos comunitarios a consultar que, con esta modificación, solo serían el de Bocachica y el de Caño de Loro, que nos pidió asesoría y un aplazamiento.
Ese “poquito” de dragado entre Isla Draga e Isla Abanico, además de asesinar colonias de coral centenario, rompería la barrera, removería el fondo marino activando los metales pesados enterrados, erosionaría el arrecife y cambiaría la dinámica de las corrientes con la columna de agua que entraría o saldría al profundizar a 15 mts.
Esto para no hablar del impacto del negocio de la carga en tránsito con la entrada y salida de barcos y la removida de los sedimentos que hacen las hélices en las aguas del Dique.
Podría desaparecer lsla Draga y el Castillo de San José «al pasarle cerquita» y al dragar «la roca», como Aqua&Terra llama al coral fósil. Si lo permitimos, ¿cómo se impactará el bosque del mar que sobreviva a la agresión? ¿Será un irremediable ecocidio?
En change.org más de 21 mil ciudadanos de 19 países piden que #SalvemosVaradero, patrimonio natural de la nación y la humanidad. Esto es tan serio que la voz de la gente debería ser escuchada “solo un poquito”.
*Abogado ambientalista y comunicador.
rvergaran@yahoo.com
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