Un nuevo año está por empezar y con él llegan nuevas apuestas personales, familiares, empresariales y, una que nos toca a todos, la ciudad.
En días pasados participé en el foro ‘Experiencia en el Servicio’, convocado por la Cámara de Comercio de Cartagena y que contó con más de 300 empresarios, donde se vio la importancia de trabajar en la actitud de los colaboradores, para adelantarse a las necesidades del cliente y así fidelizarlos con la ciudad y nuestras empresas.
Para Cartagena, donde el turismo y la cultura son esenciales para su vocación económica, y la gente hace la diferencia en los productos que se ofrecen, urge pensar en procesos que, desde los ámbitos de servicio, le apuesten formar y construir una cultura ciudadana de atención al cliente.
En el Foro Semana, ‘Cartagena somos todos los colombianos’, se resaltó el compromiso del gobernador Dumek Turbay con la ciudad y el de los empresarios con apoyar la educación y el desarrollo de proyectos para generar una mejor calidad de vida para todos. La formación con pertinencia preponderó en ambos eventos, aclarando que no se trata de que todos sean universitarios, sino de cómo generar las competencias en la formación de los jóvenes, para adaptarse a las necesidades de la ciudad y ubicarse en la sociedad, aportando desde sus propias condiciones a mejorar el ecosistema económico en un entorno más competitivo.
En ambos espacios, desde ámbitos diferentes, se planteó la importancia de buscar la igualdad social, no solo con programas sociales sino fortaleciendo la autonomía personal con empleos y/o emprendimiento. Se enfatizó que uno de los mejores aportes de las empresas a su entorno es fortalecer el encadenamiento productivo.
Bruce Mac Master enmarcó muy bien lo tratado en ambos espacios, en su propuesta sobre la urgencia de generar consensos entre la sociedad, la institucionalidad pública y los empresarios. Es lo más acertado y estoy segura de que nos dará mejores resultados. Se debe coordinar y trabajar en equipo porque todos trabajamos por Cartagena, pero articulándonos y complementándonos lo haremos mejor.
Hago énfasis en las próximas elecciones, presidenciales y las posibles atípicas. Como cartageneros tenemos que tener claridad y criterios para apoyar procesos de liderazgo político responsables. Hay que votar a conciencia.
Cartageneros, hoy, ad portas de un nuevo año, propongo la siguiente reflexión: si no es ahora, ¿cuándo?; y si no soy yo, ¿quién?
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