Como viene sucediendo de un tiempo para acá, la realidad desmiente las encuestas: así lo demostró el plebiscito; y el domingo anterior, las parlamentarias.
No cabe más que preguntarse: ¿son las encuestas el medio idóneo para auscultar la opinión de la sociedad? Y si sí, ¿son realizadas con profesionalismo y objetividad, o se han convertido en vulgares instrumentos de manipulación social; fabricadas para quien pague u orientadas por el querer del encuestador?
Las dos consultas del proceso electoral del 11 de marzo, sin que tal vez fuera ese el propósito, terminó teniendo la connotación de una primera vuelta en las presidenciales, al enfrentar a quienes, para muchos, serán los dos grandes protagonistas (Petro y Duque; izquierda y derecha). Y mostró a Duque muy por encima de Petro, que era el preferido de las encuestas. Los demás partidos fuertes (CR, Liberal y Conservador) aunque lograron una buena representación en el Congreso, no poseen candidatos con el carisma y locuacidad de estos dos. Vargas, de CR, se ve incoherente controvirtiendo el desprestigiado Gobierno del que hizo parte, y ha mostrado una personalidad que lastima el sentimiento popular.
Además, estos serán los candidatos enfrentados en las del 27 de mayo, porque a diferencia del CD, que tiene a quien sigue siendo el colombiano con mejor imagen, el más confiable y el más votado (casi un millón de votos en su aspiración al Senado), para los demás partidos la dinámica electoral en la elección de congresistas es diferente de la presidencial. Mientras el CD construye de la cabeza hacia las regiones (igual que se hace en las presidenciales), e igual que el movimiento de Petro, los demás partidos lo hacen desde las regiones, en las parlamentarias; y desde la cabeza en las presidenciales. En otras palabras, los congresistas de estos tres partidos trabajaron sus curules, pero es poco probable que trabajen la aspiración presidencial de sus respectivos candidatos.
Entonces, lo más probable es que la presidencia se defina en la primera vuelta (que hará las veces de segunda, por la consulta) y que, ganará una coalición. ¿Cual? Ya veremos. Es cierto que el CD y el partido Conservador terminarán unidos (como en el pasado); y es muy probable que, CR y el partido Liberal también, siempre y cuando De la Calle desista de su aspiración: las ganas, y el ego de Vargas son invencibles en esa dupla.
Por otro lado, Fajardo tiene la suya, pero pensando en votos, terminó aliado con quienes no se le ve afinidad ideológica, y resulta que en la final estarán enfrentadas dos ideologías: democracia y economía de mercado con sentido social, y estatismo (estado empresario) y dictadura. Por lo tanto, descarto a Fajardo. Quedan Petro y Duque; el primero sin coalición, y el segundo con la más fuerte de todas. Lo cual quiere decir, que ganará Duque.
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