En mi columna del 6 de mayo comentamos que la Misión Electoral Especial presentó un proyecto de reforma con importantes propuestas: eliminar el voto preferente, implantar las listas cerradas, y crear una corte electoral. También propuso que el Estado sufragara los gastos de las campañas electorales. En su momento afirmamos que todas esas sugerencias de la Misión Electoral Especial eran saludables, para imponer decencia en el ejercicio político electoral en el país.
Glosamos que, en cuanto al voto preferente este acentuó el manejo de las campañas con el aporte de fondos por los contratistas y favoreció la discriminación dentro de los partidos. La implantación de las listas cerradas es la mejor manera de evitar el caudillismo dentro de las colectividades. La reforma también propuso que sea el Estado el responsable de la organización electoral debido a los altos costos de esas campañas, con la finalidad de eliminar la participación de los comerciantes electorales.
Quizás una de las propuestas más interesantes fue la de crear una corte electoral para así evitar el arraigado vicio en Colombia de aquellos elementos que, a pesar de estar inhabilitados, aspiran y son elegidos; ocupan los cargos y cumplen inclusive con los períodos. Años después son condenados por el Consejo de Estado. La nueva corte electoral actuaría preventivamente. La corte era un avance importante para democratizar el juego de las colectividades en los procesos electorales, blindándolos inclusive contra los corruptos.
Sin embargo, señalamos en esa columna la existencia de elementos que tienen asiento en el Congreso que se oponían a la reforma. Los hechos son tozudos y hoy por hoy la reforma no solo fue desfigurada por sus enemigos en el Congreso, sino que el mismo Gobierno lo permitió; hoy es una reforma fallida.
Del Congreso saldrán los mismos vicios: la no eliminación del voto preferente, no a las listas cerradas, no a la corte electoral; en fin, quedamos en las mismas. Es lamentable escuchar a los voceros del Gobierno justificar el naufragio de la reforma propuesta por la Misión Electoral Especial.
Notícula. –El hospital. El Gobernador Dumek Turbay Paz, Presidente del Consejo Superior Universitario y el Rector de la Universidad de Cartagena, Édgar Parra Chacón, actuaron con celeridad para neutralizar la crisis que se avizoraba en el futuro del Hospital Universitario del Caribe, que es patrimonio de la Universidad de Cartagena. Fue una acción oportuna que evitó que la atención en salud y la docencia de los estudiantes de Pregrado y Posgrado de la Facultad de Medicina quedase a la deriva.
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
dmorond@gmail.com
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