Sito en la parte central de la Región Caribe, norte de Colombia, entre el río Cauca y el mar Caribe, Sucre, aunque es el departamento de Colombia en el que brilla más el sol, presenta un cuadro de pobreza, por encima de la media nacional, que contrasta con su luminosidad y fulgor.
Igual que calcinante es el contraste que se observa entre su precario desempeño económico y social y el potencial de sus abundantes factores de producción, tierras, ganados, recursos hídricos, energéticos, capital humano, hoy limitados en su productividad, uso, transformación y generación de demanda, empleo y riqueza, imprescindibles para coadyuvar de manera efectiva y expedita a reducir las agudas disparidades de orden social y humano que sitian e inmovilizan su desarrollo.
A la vez que las de crecimiento y desarrollo económico integral, a partir de la implementación de un modelo económico local que, teniendo como base los factores de producción que históricamente han sido la base sobre la cual ha subsistido el actual, sea capaz de embocarlo por las dinámicas de la transformación, innovación y productividad, que imponen las circunstancias insoslayables de nuevos factores de producción.
Si queremos ser productivos y sostenibles en el tiempo como ganaderos y propietarios de tierras, por poner un ejemplo que dice de nuestro modelo agropecuario, las vacas y las fincas deben agregar valor a su inmutable producción de hace doscientos años: el ternero y la leche cruda unos, y la tierra para pastos los otros, y ambos, desentendidos del valor agregado y la utilidad que derivarían si, en vez de mandar los novillos en camiones a Medellín y Barranquilla, y la leche en carro tanques a Barranquilla y Cartagena, desarrollaran la cadena productiva industrial de la carne y la leche en Sucre.
Y si de la tierra, factor básico de producción en Sucre se trata, es imperativo la diversificación cualificada y complementada con la tecnología, capital e innovación, de su uso y destino para el emprendimiento agrícola con valor agregado que se traduzca en la generación de mayor productividad, empleo y mercados, tanto nacionales como globales, al igual que cadenas productivas que tengan incidencias en sectores como el pecuario en general, acuicultura, pesca y avícola.
En cuanto al recurso agua, para uso industrial y humano que garantice la viabilidad, implementación y sostenibilidad de un nuevo modelo económico y de desarrollo para Sucre, en nuestro territorio abunda y el que no, con nuestros vecinos Bolívar o Córdoba lo conseguimos, al igual que el de la provisión de los recursos financieros necesarios para tal emprendimiento, mediante la articulación de APP, el apoyo del Gobierno nacional y la participación de inversionistas locales y extranjeros.
CRISTO GARCÍA TAPIA*
@CristoGarciaTap
*Poeta
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