Columna


Psicoanalistas

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

04 de noviembre de 2017 12:00 AM

Hoy, cualquiera se atreve a torear la exploración del inconsciente, pero Freud explicó el método de verbalizar esos conflictos. 

Los atribuyó a una fuerza determinante, la libido, o energía sexual, contra cuyos deseos la psique estableció defensas que causaban síntomas neuróticos, que no eran más que la satisfacción desviada del deseo.  

Era judío como Dios y venturosamente austriaco, con la malicia de Mozart y el desdén de Hitler. Rechazaba la música, era renuente a los sonidos que se encuentran entre las marchas triunfales y los silbidos.  

Comprender las motivaciones, rescatarlas del azar, atacar tabúes y recorrer zonas inexploradas era su afán. Se llamaba  Segismundo Freud, fue padre del psicoanálisis y buzo del alma. Está cumpliendo años, 160 para ser exactos.

En la Austria de los valses, acometió la vivisección del ser humano y sus miserias. En 1900 la “Teoría de los Quanta”  desembarca con Max Planck; Nietzsche, loco de eternidad, filólogo del superhombre, fraccionado por la invalidez, es devuelto por la muerte a la jornada cíclica de alucinaciones y depresiones que su prosa enunció. El método de curar por el  psicoanálisis es concebido por Freud. Esplendores y tragedias de la mente.    

Las incursiones del psicoanálisis cambiaron muchas cosas. La investigación y la ciencia se atrevieron con el cerebro y la conducta. Freud hizo una grande contribución: identificar nuestra identidad. También consideró que el material conflictivo almacenado en el inconsciente, procedía en gran medida de traumas de la infancia, más que de problemas inmediatos.

Se critica por excesiva su insistencia en destacar una actividad sexual en la primera infancia, que atenta contra la sacralización de la tierna edad.

Para elaborar una terapia partió de una materia prima especial, los sueños: “la vía regia de la inconsciencia”. Con porciones de sueños y recuerdos enriqueció el psicoanálisis. 

Quizás si Freud resucitase y hubiese visto todas las deformaciones que han sufrido sus tesis se hubiese muerto de nuevo. Han retorcido conclusiones y logros hasta la estupidez. Pero continúa vigente su método para curar psicópatas y aliviar alteraciones de la conducta. Hizo claridad sobre la miseria humana y los actos impulsivos.

Desde Freud, airear angustias ha sido ruta propicia a la salud mental.

En lo cotidiano, Freud ha servido para justificar la mala crianza de niños terribles dizque para no causarles traumas. Pero pese a sus teorías, perviven la mamasantería y algunas tradiciones casi supersticiosas. Los complejos, los instintos, el ego, los delirios, temores y frustraciones que somete a análisis y terapia. Los conflictos internos hay que equilibrarlos. La vaina de precisar cuáles son sus causas. Con Freud o sin él, casi todos seguimos locos, algunos sin remedio y para siempre.

Los atribuyó a una fuerza determinante, la libido, o energía sexual, contra cuyos deseos la psique estableció defensas que causaban síntomas neuróticos (...)

 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS