Faltan más de dos años para las elecciones presidenciales, esperamos que a quien elijamos coincida con lo que necesitamos.
Existe la posibilidad de que el presidente Juan Manuel Santos se invente cualquier embeleco legal y aspire a un tercer periodo, bajo la excusa de que no se ha firmado la paz con las Farc y menos con el ELN, pero que está tan “cerquita”, que merece la pena terminar lo que se comenzó. No es descabellado pensarlo.
Si se firma la paz y Juan Manuel se va, quedamos con un escenario de “postconflicto”, donde el perfil presidencial debe tener firmeza y compromiso de seguridad para todos, porque los problemas no desaparecen con una firma y puede imperar la anarquía.
En la última encuesta Datexco aparece ocupando primer lugar el ex gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, quien reúne las características sociales, pero la firmeza está lejos, con el agravante de que gana encuestas principiando y luego no alcanza ni a ser candidato.
Le sigue German Vargas Lleras, de la mano del desgastado gobierno de Juan Manuel. No es ese su principal inconveniente, sino su salud. Con respeto opino que se queda con salud o poder, sin que sea mucho donde tenga para escoger, porque si escoge el poder, seguramente se queda sin salud y sin poder. Un episodio convulsivo, con génesis de tumor cerebral, cirugía cerebral y posteriores radioterapias no es para jugar. El doctor Lleras está en etapa de negación de su enfermedad, al punto de que su ritmo de trabajo puede conducirlo a una nueva crisis convulsiva.
El sistema inmunológico es la madre de todas las recuperaciones, el estrés lo afecta y de allí se inicia una cadena de acontecimientos. ¿Que estos pacientes tienen una excelente recuperación? Es posible, pero para llevar una vida común, no la de presidente.
Gustavo Petro: Descartado.
Óscar Iván Zuluaga. Se le pasó su tiempo, que realmente nunca lo vi. El Centro Democrático no puede aferrarse a personalismos y caras de gusto sino a posibilidades reales de triunfo con alfiles fieles probados, de lo contrario, las canas se asoman cada vez más en el jefe único, Álvaro Uribe Vélez y vendrá la desaparición por ley de natura. Siempre he preguntado si es posible legalmente que el presidente Uribe sea vicepresidente y así aumentar las posibilidades de acceder al poder, dejando de lado los “eso no queda bien” que instiga su círculo cercano, pensando en complejos.
Marta Lucía Ramírez sería una excelente ministra del gabinete del Centro Democrático.
Francisco Santos hace fila en el Centro Democrático y le correspondería el turno. Tiene el amparo de la firmeza de su periodo en la vicepresidencia en el gobierno de la seguridad democrática. Su paso por la candidatura de la alcaldía de Bogotá, fue interesante desde el punto de vista de que nunca se pudo diferenciar quién era el candidato del Centro Democrático; banderas que por ir adelante en trabajo de identificación se llevó Peñalosa, dejando a Francisco Santos un trabajo bastante de él y con sectores del Centro Democrático.
Coletilla: Quienes me han hecho saber los pro y contras de señalar a Jesús Paternina (el Mono Papayo), exalcalde de Sincelejo, en los papeles de Panamá, les informo que no soy yo quien hace señalamiento alguno y si él debe alguna explicación de sus recursos, no es a mí sino a las autoridades, ¿aclarado? Lo cierto es que los Papeles de Panamá apenas comienzan
Coletilla: recibí información de que el exgobernador de Sucre, Julio Guerra, no ha sido demandado por el gobernador Édgar Martínez, aun habiéndolo vociferado tanto. Sus denuncias vienen por otro sector. El resto de la banda, María Victoria de Guerra, David Guerra y Rildo Herazo, no pueden ser objeto del olvido.
gusmonfe@hotmail.com
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