Columna


¿Para qué la paz?

RUDOLF HOMMES

26 de junio de 2016 12:00 AM

Una de las tareas más urgentes para los que están comprometidos con la paz y con el éxito del camino emprendido es explicarle a la ciudadanía para qué es la paz. Líderes comunitarios de barrios populares que se identifican con el acuerdo de paz y están dispuestos a trabajar por el sí manifiestan que en los barrios populares urbanos no tienen un concepto claro de qué puede traer la paz. En el sector rural hay más claridad y más activismo en pro o en contra del acuerdo de paz, pero en las cabeceras municipales predomina la ignorancia. Y ese es terreno abonado para que se orienten mal y acojan la propaganda de los adversarios de la paz. Se les pregunta qué opinan de la paz y automáticamente responden que “es para entregarle el país a las Farc”.

Así, el desafío de un plebiscito o una consulta popular es cómo responder rápidamente y en forma efectiva con información sobre las posibilidades de la paz y el enorme potencial que se desperdicia por carecer de ella. Parte del problema es no tener una idea clara de lo que el gobierno o las Farc planean, aunque en este caso es más fácil adivinar (“por sus frutos los conoceréis”, Mateo 7-16 y 7-20).

A la vez que desnuda la precariedad de la situación, este gigantesco vacío de información es una enorme oportunidad para que las mismas comunidades definan qué es la paz en el territorio, el municipio, o la vereda en el medio rural, y la localidad o barrio en el urbano. Tendrán una formidable ventaja las comunidades organizadas y con una institucionalidad comunitaria.

En el breve lapso que va a transcurrir entre el jueves pasado y el día del plebiscito o la consulta popular la sociedad civil tendrá una única oportunidad de ejercer un auténtico poder popular, crear y comunicar los escenarios de paz que más se ajusten a sus aspiraciones y a sus necesidades. También es una oportunidad para que los que quieran trabajar por la paz ejerzan su voluntariado promoviendo foros populares de información sobre el proceso y el posconflicto y contrarrestando así el efecto de agitadores de izquierda y de derecha que ya están muy activos. Los estudiantes universitarios tienen un papel muy importante durante este período de formación ciudadana para la paz orientando a las comunidades para identificar las oportunidades y para definir las prioridades. Puede ser la manera de sacar al movimiento estudiantil de su hibernación para que participe en la primavera de la paz.

En estos escenarios ¿qué se espera del gobierno? El gobierno en este período tendrá que poner sus cartas sobre la mesa, divulgar, informar y crear los canales de comunicación para que las iniciativas de las comunidades lleguen arriba y se incorporen a la política pública.

 

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