Columna


Paños de agua tibia

ALFREDO PINEDA C.

25 de octubre de 2018 12:00 AM

No se pueden llamar de otra forma las acciones frente a problemas coyunturales que requieren de gestión, planificación e inversiones importantes. A menudo escuchamos hablar de planes maestros, megaproyectos y otras genialidades que nunca se llevan a feliz término.

Sería redundante seguir hablando de las mismas obras proyectadas, inconclusas y mal ejecutadas, en las que se han invertido miles de millones de pesos en estudios de factibilidad, prediseños, diseños, rediseños, actualizaciones y optimizaciones, amén del desgaste que todas estas actividades generan en foros, reuniones, conformación de comisiones, centros de pensamiento, socializaciones y demás términos extravagantes tomados del léxico que viene de otras latitudes donde verdaderamente funcionan.

¿Cómo más podríamos llamar a la limpieza de canales, cada  invierno, cuando están taponados y ya han generando inundaciones? ¿O a los reparcheos de las vías principales cuando se avecinan las fiestas de noviembre y la temporada turística? ¿Y a otros tantos remiendos que se hacen a la carrera y con mala calidad?: paños de agua tibia.

Por el lado de la movilidad, no es posible que los asesores del alcalde no le hagan ver que esta podría mejorarse, particularmente sobre la avenida Pedro de Heredia, con acciones sencillas, a corto plazo y bajas inversiones, como destapar los drenajes pluviales en puntos neurálgicos; prohibir, con medidas coercitivas, el tráfico de carretas de tracción animal y humana, bicitaxis, mototaxis, carros de comida, coches y demás vehículos no convencionales; obligar a las grandes empresas a cargar y descargar mercancías en hora no pico; ejercer la autoridad para no permitir parqueo de vehículos en zonas de alto tráfico; adelantar un programa masivo de recuperación de andenes y zonas peatonales; entre otras.

Estas mismas medidas se podrían aplicar en otras vías de alto tráfico, como el caso del puente de Chambacú y la avenida Rafael Núñez, que están en estado deplorable; la Avenida del Lago que, es bloqueada diariamente por los descargues en Homecenter; y la vía que va de El Cabrero a Torices, pasando por el puente Benjamín Herrera. Como estos asuntos, hay otros innumerables, que con un poco de autoridad y buenas intenciones se podrían reparar a bajo costo, para mejorar la movilidad.

¿Qué podríamos decir de los trancones monumentales que generan las “obras eternas” como la reparación que se hace a un tramo de vía, menos de cien metros, desde Puerto Duro hasta el puente Heredia, que lleva casi tres meses?

PD. ¿Quién podrá resolver la inquietud de muchos ciudadanos que nos preguntamos: con base en qué diseños se demarcó, con taches, una ciclovía sobre la Avenida Santander, estrangulando el tráfico, desde la bomba de Marbella hasta la calle 70 de Crespo? ¿Quién responde?

*Rotaremos este espacio para mayor variedad de opiniones.

*Ingeniero Civil y Sanitario

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