El 2 de mayo inició el proceso de licitación para elegir el responsable del Programa para la Alimentación Escolar del Distrito de Cartagena (PAE), el encargado de entregar la alimentación para los estudiantes de la red pública de colegios de la ciudad y beneficiará según datos públicos cerca de 89.000 niños, niñas y adolescentes que asisten regularmente a clases en los colegios públicos de Cartagena.
El programa entregará alimentación a los estudiantes por cerca de 110 días de lo que falta del calendario académico de 2018 y con ello busca brindar una adecuada nutrición y garantizar las condiciones alimentarias durante la jornada escolar.
La adecuada ejecución del PAE es vital, ya que impactará de manera positiva o negativa en dos indicadores muy importantes para cualquier ciudad: escolaridad y estado nutricional de la infancia y adolescencia. Estos dos indicadores son de gran relevancia ya que ellos influyen directamente en el desarrollo de cualquier sociedad.
Por un lado, garantizar una adecuada educación es la única manera de romper con el ciclo de la pobreza y evitar muchos fenómenos que hoy en día frenan el desarrollo de la región. La educación permite el desarrollo integral del individuo lo que se refleja de manera positiva en el bienestar de la sociedad en la que este se desempeña.
Muchos de los problemas que afectan a la infancia y a la adolescencia cartagenera como la farmacodependencia, los embarazos no deseados, la violencia social, el pandillismo, etc. podrían ser mejorados brindando a los niños, niñas y adolescentes una educación de calidad. Recordemos que con educación hay mayores oportunidades de desarrollo económico, las pobreza e inequidad disminuye, se previene la violencia social y, en general, está demostrado que a mayores tazas de escolaridad las sociedades son más prósperas y tienen un mayor desarrollo.
Por otro lado, para nadie es un secreto que la desnutrición infantil es uno de los problemas más complejos que enfrentan los países subdesarrollados ya que a las implicaciones sociales asociadas a la desnutrición se suman las económicas, tales como, disminución de la habilidad cognitiva, disminución del rendimiento académico y ausentismo escolar, que en algunos casos, puede llevar a la deserción escolar definitiva. La desnutrición también se asocia a mayores tasas de morbilidad y mortalidad, entre otros muchos aspectos, que inevitablemente frenan el desarrollo de cualquier región. En un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en el año 2015 mencionaban a la desnutrición como una causa de fondo relacionada en un alto porcentaje de casos con defunciones en menores de 5 años.
El desarrollo de las grandes sociedades inicia en la infancia, con niños leyendo, escribiendo, aprendiendo a desarrollar sus habilidades psicosociales y para que esto sea posible deben tener unas condiciones nutricionales adecuadas que les permita un desarrollo óptimo y en esta meta el Programa de Alimentacion Escolar PAE tiene un rol de primera línea.
Los costos sociales de la no escolaridad son incuantificables y si a ellos se suman los de la desnutrición el escenario se hace desalentador. Por ello la licitación del PAE es tan importante ya que no estamos hablando solo de raciones alimenticias si no de todo un complejo sistema de alimentación, nutrición, escolaridad y cambio social, donde cada uno de estos elementos se engrana con el otro de una manera vital para el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes.
No estamos hablando entonces de alimentación por 110 días de calendario académico, estamos hablando de escolaridad y nutrición, dos factores que impactan directamente el futuro de nuestra región y que deben ser tenidos en cuenta al momento de la adjudicación de esta licitación.
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