El sistema de salud está en crisis, la falta de recursos para atender la gran demanda de necesidades de los pacientes colombianos hace que los niveles de satisfacción frente a estos servicios sean muy bajos. Los afiliados a las EPS del régimen contributivo y subsidiado tienen unas necesidades infinitas para ser atendidas con unos recursos limitados.
Sí a estas necesidades infinitas de toda la población, se suman aspectos demográficos puntuales que lleva inmerso un aumento en el costo de las atenciones debido a las enfermedades crónicas. Existe otro factor que influye de manera directa en el gasto en salud y tiene que ver con el uso indiscriminado y poco racional de algunas tecnologías médicas cuya relación costo beneficio es bien discutida.
Esta mezcla de necesidades infinitas, asociadas al aumento en la demanda de servicios relacionados con aspectos demográficos e influenciados por otra parte por la necesidad de utilizar tecnologías que generan mayores costos y cuyo efecto en muchos casos no es el esperado, hace que los usuarios del sistema tengan que recurrir en muchos casos a la vida jurídica para obtener los servicios que ellos requieren.
El resultado final de esta mezcla de necesidades insatisfechas ha llevado a que el sistema de salud indirectamente y a través de mecanismos legales como la tutela haya colapsado el sistema judicial, el número de tutelas que día a día se presentan por servicios no prestados y que el usuario considera que vulneran sus derechos cada vez va en aumento, sin duda también, este aumento en las tutelas en muchos casos representa un abuso hacia un sistema que tiene unos recursos limitados.
Sin embargo, los tres puntos anteriores: necesidades infinitas, tecnologías costosas y poco efectivas y aumento de la edad en la pirámide poblacional, solo representan una parte de lo que puede estar sucediendo en cuanto al gasto indiscriminado del sistema y finalmente son gastos que reflejan las necesidades de los usuarios y que son controlables, medibles y susceptibles de ser optimizados.
Desafortunadamente en el sector salud existen otros gastos aún mayores que no representan ningún tipo de beneficio para los usuarios, estos gastos están relacionados con todo el entramado Financiero relacionado con la salud. Para nadie es un secreto que este derecho fundamental se ha convertido en un negocio financiero dónde con unos recursos limitados muchos de los actores olvidan su razón de ser primordial que es velar por la salud de los pacientes y se enfocan exclusivamente en un afán rentista a costillas de la salud de los colombianos.
Aparecen entonces bajo esta perspectiva, todos los problemas asociados a la falta de oportunidad en la atención, los llamados paseos de la muerte, las barreras administrativas para acceder a los servicios, los problemas de contratación, la falta de una red idónea para tender a los usuarios y finalmente todos los problemas asociados a la baja calidad del servicio, que está demostrado que resulta frecuentemente mucho más costosa y que merma de manera representativa aún más los recursos de la salud.
Otro de los problemas que está afectando al sector tiene que ver con la falta de recursos en los hospitales y en la red de prestadores, en Colombia desde hace mucho tiempo existen limitaciones para que los aseguradores tengan su propia red de atención, limitación que históricamente ha sido violada por algunos y que ha llevado a que los recursos del sistema se concentren en pocos prestadores que dependen o tienen relación directa con los aseguradores, llevando el sistema a un uso inequitativo de los recursos, en donde estos se concentran en la red de prestadores pertenecientes o asociados al asegurador.
Esta integración vertical no solamente se presenta del asegurador hacia el prestador, es tan crítica la situación del sistema, que ya hay modelos en donde prestadores se han convertido en aseguradores, en una nueva modalidad de integración muy controvertida y de la cual aún no se tienen los resultados esperados.
A lo anterior se suman todos los problemas asociados a la corrupción que se ha presentado en el sector salud durante los últimos años y que incluyen quiebras por malos manejos, un sinnúmero de carteles ideados para desviar recursos hacia bolsillos particulares, contratación indebida, pacientes ficticios, uso de información privilegiada para beneficio propio, etc.
En resumidas cuentas, son muchos los factores que afectan la prestación de servicios de salud en Colombia, factores que deberán ser tenidos en cuenta por el nuevo gobierno, que deberá sopesarlos y controlarlos, pensando siempre en los derechos fundamentales de todos los ciudadanos y en su misión de garantizar el bienestar de toda la población del país.
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