Columna


Mujeres, inclusión, emprender

MARÍA CLAUDIA PÁEZ MALLARINO

12 de julio de 2018 12:00 AM

La mujer marca la diferencia al emprender. Su compromiso para balancear su rol como profesional, empresaria, madre y mujer es permanente, pero como se vio en el Encuentro de Mujeres Emprendedoras, la semana pasada, su responsabilidad va más allá, especialmente en lo de “ser empresaria”, y es que ella también trabaja y entiende que la familia es la base del bienestar de los empleados.

Es importante esto porque le da contexto y es uno de los principales argumentos para priorizar políticas y programas que apoyen fortalecer a la mujer en la sociedad. ¿Sabían que hay una relación directa entre la formación académica de la mujer y la de sus hijos? ¿Sabemos que solo el 7% de las mujeres empleadas en Colombia ocupan cargos directivos y se destacan como líderes empresariales?

Y no se trata de que se nos regale nada. “Lo que se entrega al hijo sin merecerlo, la vida se lo cobra; y lo que se regala al empresario sin merecerlo, el mercado lo cobrará”. Me refiero a tener iguales oportunidades para desarrollarnos como mujeres; que no se nos señale por esquemas de comportamiento preconcebidos que no tienen nada que ver con nuestra condición de seres humanos y que no son asumidos en la relación con los hombres. Creo en la complementariedad de géneros y allí hay un gran reto por asumir.

Sorprendió en los diálogos del Encuentro, descubrir a algunas que plantearon como uno de sus más difíciles momentos decidir tener sus hijos y, a la vez, comprometerse en un balance entre la familia y sus empresas.

Pero, también hubo un elemento común: todas dijeron que en sus equipos eran reconocidas por su temperamento fuerte, y yo al unísono les digo: ¿y qué? ¿Creen que para llegar a donde llegamos, recorrimos un camino de rosas?

Fue increíble cómo Gaby Arenas contó que en un momento de su vida entendió que sus hijos y su empresa estaban por encima de todo, incluso de sus relaciones sentimentales. Así mismo, Jessica Macmaster nos impresionó al contar su historia de superación y sacrificios en Miami. Ella entendió que independientemente del trabajo que hiciera, lo más importante era hacerlo bien.

Emprender es una actitud hacia la vida y el trabajo que se enfoca a la mejora continua y a decidir a partir del conocimiento y la experiencia. Las mujeres estamos en justa lucha por obtener más garantías, por abrir los espacios, pero para iniciar, lo fundamental es hacerlo con la conciencia y el espíritu por buscar el equilibrio sostenible de la sociedad, y como dijo Lilian Simbaqueba, de la firma Lisim: “es necesario mover los corazones para que las mujeres comprendamos que tenemos un gran potencial para cambiar el mundo”.

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