Columna


Más pez...más paz

PADRE RAFAEL CASTILLO TORRES

18 de octubre de 2017 12:00 AM

Del 1 al 7 de octubre celebramos en Kaohsiung, Taiwán, el XXIV encuentro mundial del Apostolado del Mar, con el lema: “Atrapados en la red”. Nos convocó el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral del Vaticano, presidido por el señor cardenal Peter Turkson, quien acompañó el encuentro con gran lucidez. 

Al centro de las reflexiones estuvo una doble preocupación del papa Francisco: cuidar la ‘casa común’ desde la perspectiva de preservar los recursos naturales que nos ofrecen los océanos; y el drama de las gentes de mar, en especial de los pescadores en condiciones de trabajo infrahumanas, convirtiéndolos en presa fácil de la criminalidad organizada. 

Celebramos como Iglesia y con hermanos de otras iglesias, representantes de la sociedad civil, empresarios pesqueros, armadores, pescadores y delegados de la cooperación internacional, la cultura del encuentro, en espacios seguros y comunes, como este de Kaohsiung, para fortalecer esa espiritualidad que navega en altamar y se ancla en tierra firme. Fuimos contemplativos, atentos de esos relatos e historias de vida de los pescadores y sus familias, tan cercanos a la misión de Jesús y tan presentes en el corazón de la Iglesia.  

Todo el encuentro fue iluminado por los criterios, principios y valores de la Doctrina Social de la Iglesia, entendiendo mejor el fenómeno mundial y su gravedad.

Compartir el valor y la voz de las Stella Maris en el mundo, como las buenas prácticas de los expertos, nos permitió conocer esa Iglesia del silencio, también perseguida, que desde las periferias existenciales y las profundidades de los océanos viene rescatando vidas, cuidando la creación y animando esperanzas. Vimos, más de cerca, el rostro de una Iglesia liderada por diáconos, mujeres y voluntarios, que siempre camina y navega al lado de los que menos tienen y más sufren, en la certeza de que el Señor no está durmiendo en la barca. 

Toda esta rica experiencia de humanidad nos puso a descubrir juntos los pasos acertados que nos conducirán a Glasgow, Escocia, en el 2020, al celebrar los 100 años del apostolado del mar, allí mismo donde nació.

La delegación de Colombia, que participó con gran interés, asume tres compromisos para el Caribe colombiano: fortalecer el Apostolado del Mar, no como un apéndice de nuestra acción pastoral sino como una experiencia esencial. Luego, seguir adelante con la escuela de pescadores, con su red de organizaciones, al igual que con la mesa interinstitucional de pesca y su agenda de incidencia. Y lo tercero es hacer vida el proyecto articulador de la región caribe: Más pez…más paz, como un esfuerzo conjunto de pensarnos desde una gobernanza del agua, que es alianza profunda y respetuosa con ella, para mejorar la vida y generar un clima de mayor convivencia y tranquilidad social.

 

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