Columna


Liderazgo positivo

VIVIAN ELJAIEK JUAN

15 de noviembre de 2017 12:00 AM

Cartagena pasa por un difícil momento, afronta una crisis política e institucional de las más duras que recordemos en su historia reciente. Dicha crisis no permite que la ciudad avance por un buen camino, y es normal que el pesimismo se apodere de los ciudadanos, quienes no ven el panorama con esperanza, con una alta dosis de positivismo.

En medio de esta crisis, bueno es recordar la invitación que nos hizo el papa Francisco en su visita el pasado mes de septiembre, que para católicos y no católicos fue una recarga de energía que necesitábamos.

Uno de sus mensajes más fuertes está relacionado con la necesidad como país de empezar a construir liderazgos positivos. No podemos dejar pasar por alto ese mensaje, en especial por la coyuntura que como ciudad vivimos. Tenemos que empezar con urgencia a construir una visión distinta de los líderes en Colombia y por supuesto, Cartagena no puede ser la excepción. 

Necesitamos liderazgos que además de llamar la atención, propongan opciones positivas y nos contagien con una actitud para solucionar y afrontar los desafíos, líderes que no le teman a los retos, que no piensen en los resultados tempranos sino en iniciativas duraderas y sostenibles en favor del desarrollo de la gente, en la calidad de vida que queremos para cada uno de los habitantes de nuestro territorio.

La ANDI en el país, en conjunto con la Conferencia Episcopal, adelanta una campaña que como ciudad nos llega en buen momento; una campaña que nos recuerda la importancia de convertirnos en líderes positivos en cada uno de los escenarios en los que nos desenvolvamos. Esta campaña nos recuerda los mensajes que el Papa dejó en su histórica visita a los colombianos.

Con el mensaje que me quedo hoy, y con el que quisiera que los cartageneros nos identificáramos, es con el que nos dice: “Basta una persona buena para que haya esperanza, y cada uno de nosotros puede ser esa persona”. Cartagena está llena de personas buenas, que desde sus espacios, pueden ejercer ese liderazgo positivo que tanta falta nos hace ahora.

El primer paso, por supuesto, ha sido indignarnos con nuestra situación. Qué bueno que ahora sigamos caminando, alcemos la mirada y todos los líderes que tiene la ciudad empecemos a trabajar en construir una Cartagena distinta.

La coyuntura a veces nos roba la esperanza. Pero debemos entender que quedarnos concentrados en lo que nos divide, en lo que nos avergüenza, en los problemas, poco o nada aporta ya.

Invitamos a poner la mirada en el objetivo común que tenemos que ser capaces de encontrar y sacar adelante con los liderazgos adecuados, sumando y no restando; con buenos propósitos, con buenas acciones podemos hacer que el futuro de las nuevas generaciones sea más esperanzador.

 

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