Asistí al foro “La Tercera Vía: el camino a la prosperidad económica y social” y fue histórico.
Líderes de talla mundial como Bill Clinton, Tony Blair, Felipe González, Fernando Cardoso y Ricardo Lagos, dialogando y compartiendo con el presidente Juan Manuel Santos, es motivo suficiente para medir la importancia de lo tratado, que se refería a ese modo de gobernar y hacer política denominado Tercera vía, un movimiento lejos de los extremismos, que busca armonizar la iniciativa privada con la intervención del Estado; el beneficio personal con la responsabilidad social; y el progreso económico e industrial con el respecto al ambiente, promoviendo gobiernos incluyentes, crecimiento con equidad, y justicia con responsabilidad, donde, como lo afirmara Tony Blair: “los principios permanecen pero las prácticas cambian y se actualizan”.
De gran importancia fue la paz en Colombia. Los invitados, con experiencias en sus países o en diversos conflictos del mundo, analizaron el proceso de Colombia y de manera unánime lo respaldaron, sin dejar de lado observaciones sobre las dificultades y tropiezos que pueden presentarse, como lo expresara el presidente Santos en su invitación a todos los grupos políticos para hacer de la paz un propósito nacional que nos una.
Los mensajes que quedan de este foro son relevantes y nos corresponde a todos analizarlos y aplicarlos: a los colombianos se les recomendó comprensión y paciencia. Las conversaciones pueden ser largas, pero más tiempo tomará consolidar lo pactado y llegar a una paz verdadera, la que desarma los corazones y permite el perdón y donde las víctimas son reconocidas.
Al gobierno se le pide mantener el esfuerzo. Avanzar ha de ser un acto lleno de creatividad, consciente del derecho de las víctimas a ser reparadas y a recibir la solicitud de perdón por parte de los victimarios, los cuales habrán de pagar sus actos mediante una justicia transicional pero sin impunidad.
Para los grupos alzados en armas el mensaje fue enfático. La oportunidad es irrepetible, el país quiere terminar con el conflicto.
A todos se nos pidió prepararnos para el postconflicto como una realidad donde el gobierno, los partidos políticos, la cultura, los grupos reinsertados a la sociedad y los colombianos sin excepción debemos ayudar a crear los espacios para esa nueva Colombia, donde reine la concordia y donde aprendamos a dirimir nuestras diferencias mediante el diálogo, la concertación y la democracia.
Después de este transcendental encuentro, ¿aún pensarán los opositores que el Presidente tiene como modelo el Socialismo del siglo XXI y es un aliado del Castrochavismo?
*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.
galeriachicamorales@yahoo.es
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