Columna


Innovar es complejo

ALMIRANTE (R) ÉDGAR ROMERO V.

24 de octubre de 2018 12:00 AM

Decía Albert Einstein: "Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes", y podría aplicarse al caso de la ciencia, tecnología, desarrollo e innovación en Colombia. Se cree en: títulos universitarios, coeficiente intelectual, estructura de educación siglo XX; por eso se gira sobre lo que no alcanza.

Innovar implica riesgo e incertidumbre, para encontrar nuevas formas de hacer algo con beneficio ante terceros y se puede fallar en el intento.

Es evidente el resultado del Silicon Valley (EEUU) en innovación, comparado con otras comunidades, por ello creo necesario tratar de identificar lo que es disruptivo (que ocasiona un cambio radical), para ver posibilidades.

En “Crear o morir”, Andrés Oppenheimer dice: “¿por qué no surge un Steve Jobs en México, Argentina, Colombia, o cualquier otro país de América Latina, o en España, donde hay gente tanto o más talentosa que el fundador de Apple? ¿Qué es lo que hace que Jobs haya triunfado en Estados Unidos, al igual que Bill Gates, de Microsoft; Mark Zuckerberg, de Facebook, y miles de talentos de otras partes del mundo no puedan hacerlo en sus países?”

Educación sin innovación no genera riqueza personal ni nacional. No hay predeterminación geográfica, “53% de los residentes de Silicon Valley son extranjeros y muchos son ingenieros y científicos chinos, indios, mexicanos y de todas partes del mundo”.

Fusión universidad-innovación empresa: el Profesor Frederik Terman motivaba a sus alumnos en Stanford University a investigar y crear empresa en vez de emplearse; dos alumnos crearon “Hewlett-Packard”; en 1951 se creó el Parque Industrial de Stanford, con pequeños edificios a bajo costo para investigar; en 1954 se creó “Honors Cooperative Program”, para empleados de las compañías.

Universidad centrada en innovar: entre los profesores de Stanford hay casi 20 premios Nobel; sus alumnos emprendedores le dan generosas contribuciones, siendo la primera universidad en añadir más de $ US 1 billón en un año; Stanford apostó por Google, creada por sus estudiantes; Stanford tiene capital en 80 de más de 1.200 empresas creadas en sus instalaciones, o por un alumno, profesor o empleado de la universidad.

Algunas empresas desarrolladas en Silicon Valley e incluidas en Forbes 500 son: Adobe, Apple, Google, Hewlett-Packard, Intel, Oracle,  Yahoo.

“Silicon Valley-Stanford” no parece poder copiarse o aplicarse en otra parte, pero se identifican elementos disruptivos como son simbiosis de: 1) mentalidad innovadora de individuos; y 2) sociedad que promueve investigación. Ante tal complejidad, se estableció mi iniciativa sobre innovación desde 1990, cuyo avance está disponible.

Édgar Romero V.*
ed_rom_vas@costa.net.co

*Almirante (r) Ph.D

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS